sábado, 15 de mayo de 2010

Opinión :


Silencio
Cuando hace algún tiempo las encuestas de opinión favorecían ampliamente a la gestión de nuestras actuales autoridades de Huallanca, y su posterior reelección, ellos solían afirmar que seguían fielmente el sentir ciudadano expresado en forma grupal.

Hoy cuando una gran mayoría de ciudadanos consientes es contraria de una segunda y en algunos casos tercera reelección, cabe preguntarse y ¿por qué no?, pero las respuestas son inmediatas; la concentración excesiva del poder va de la mano con la falta de transparencia, y esta a su vez favorece la corrupción.

La bonanza económica de las empresas mineras, los tributos mineros de los que como pueblo gozamos, no se traducen en bienestar para nuestra gente. Tenemos cientos de jóvenes sin empleo; el crecimiento económico no refleja el bienestar del común y corriente de los ciudadanos; los servicios básicos como educación salud y agua potable siguen sin ser solucionados.

Representantes del actual régimen sostienen que los huallanquinos opositores a esta forma de gobierno entorpecen su labor municipal y la firma del Convenio Marco con Antamina ; pero señores, cuándo van a informar al pueblo, en qué condiciones o bajo qué términos vienen firmando este convenio; si de los treinta representantes que Huallanca tiene en dicha mesa sólo hablan tres y el resto simplemente mueven la cabeza para afirmar o negar algo.

En la ideología técnica y gerencial de la política que hoy predomina en Huallanca, la confrontación de ideas constituye una pérdida de tiempo, y parece que no tuviéramos tiempo para el cambio, para la polémica, la concertación, y frenar de una vez por todas la pretendida mecida de Antamina hasta que ellos terminen sus trabajos en Huallanca, y después; "...adios Huallanca " .

Todo lo que viene ocurriendo es parte de un espíritu, que de partida, parece excluir toda opinión que ponga o parezca que poner en entredicho el modelo de gobernar, para su partido, para su gente, y quienes no estamos dentro de este grupo sólo tenemos que esperar que el alcalde nos diga : "hasta que por fin nació el hijo y fue varón".

Urge pues, hacer un alto a la respuesta autoritaria, no sólo no construye democracia, sino que no asegura la prosperidad para nuestras próximas generaciones.
Luis Antonio Paúcar Solís