sábado, 23 de abril de 2016

Yo opino:

Por un diálogo serio
Rolando Húbner Marcos Picón

La minería es una actividad cíclica, porque  tiene sus periodos buenos, malos y regulares; y también la experiencia que tenemos como pueblo minero es que, la época de las vacas flacas son más largas que la época de las vacas gordas; como también todos sabemos,  el desarrollo de nuestro pueblo ha estado basado principalmente a la actividad minera.

Hoy nuestras autoridades han anunciado volver a revisar y reactivar el Convenio Marco Interinstitucional entre la Municipalidad Distrital de Huallanca y la Compañía Minera Santa Luisa, firmado el 10 de julio del 2007; donde se considera siete ejes para el desarrollo de nuestro pueblo.

Después de nueve años de firmado este convenio marco valdría la pena preguntarnos, por los fondos públicos generados por la minería: ¿Cuánto se ha avanzado en cada uno de los ejes de desarrollo?, ¿En qué obras de desarrollo productivo se han invertido estos fondos?, ¿Cuánto ha mejorado la agricultura, la ganadería?, ¿Cuánto se ha reducido la desnutrición?, ¿Cuánto ha mejorado la educación?, o ¿Acaso estos fondos han servido solamente para incrementar la burocracia, la corrupción y la malversación o para crear obras de cemento y arena?

La Mesa de Coordinación y Desarrollo que tenemos no debe ser sólo para hacer actos o eventos declarativos de buenas intenciones, sino para buscar acuerdos y cumplir con cada uno de los siete ejes de desarrollo. La mesa es, inicialmente, un espacio para sentar a actores políticos,  sociales, representantes de la minera,  y ciudadanos diversos, a dialogar, para concertar y actuar de cara a la sociedad en el curso de una visión de futuro de pueblo próspero y con oportunidades para todos; y que el sueño de un Huallanca mejor no quede sólo en eso, en un sueño.

La conformación de la mesa debe hacerse sin descalificaciones o prejuicios. La condición esencial para participar es que haya identidad en la necesidad de un cambio político. Para producir un cambio de rumbo es necesario que las inversiones ejecutadas, con los fondos provenientes de la actividad minera, sean repartidos en forma equitativa buscando el bienestar de todos los pobladores; en obras de desarrollo productivo que puedan servir para el bienestar de nuestra gente cuando la minería ya no esté; necesitamos un sinceramiento con claridad, no mediante silencios, medias verdades o medias mentiras, que empujan a la opinión pública  a crear sus propias verdades algunas aumentadas y muchas disminuidas de acuerdo a las conveniencias de cada uno.

Hablar de desarrollo social sostenibles significa aumentar comparativamente los índices de salud, economía y educación, manteniendo y mejorando la convivencia armoniosa, que garanticen la sostenibilidad de los proyectos de desarrollo sostenible con el tiempo.

Necesitamos líderes inteligentes, y constructivos que apoyen el desarrollo de proyectos productivos, actores de la mesa que busquen la concertación, un diálogo serio con todas las partes involucradas; evitando el doble lenguaje concertadores en la mesa de diálogo e incendiarios fuera de ella o viceversa; necesitamos actores que sirvan al pueblo y no se sirvan de él.