Nos falta compromiso
Rolando Húbner
Marcos Picón
Todos escuchamos y con demasiada frecuencia
que nuestro pueblo está sufriendo una crisis de liderazgo o una crisis de
representatividad; pero no he escuchado a nadie decir que, en Huallanca lo que
estamos sufriendo es de una crisis de conformismo, de indiferencia, de desamor
a nuestra tierra; esa tierra que decimos querer tanto, a la que extrañamos en
nuestras noches de soledad y nostalgia.
Hasta cuándo vamos esperar
sentados cómodamente en nuestras sillas o balanceándonos en el vaivén de nuestras hamacas, que aparezca o llegue algún
mesías que no importa cómo pero nos solucione nuestros problemas; parecemos
corderitos que seguimos a cualquier charlatán que nos viene a ofrecer cosas
inviables e imposibles de realizarse.
Hemos sobrevalorado a nuestros
líderes, en muchos casos les estamos endiosando porque pensamos que son los
únicos que nos pueden sacar de la crisis o son los que saben más que todos
juntos. Hoy quiero darte una mala noticia, los problemas que hoy padecemos son
nuestros y no hay otra manera de
solucionarlos sino afrontándolo, diría alguien “al que quiere celeste que le
cueste”; es hora de tomar al toro por los cuernos, de salir a la cancha y
trabajar.
El cambio que nuestro pueblo
requiere es primero cuestión personal, de cada uno de los huallanquinos, es
ponernos al frente, es dejar nuestra cómoda posición de observadores, es dejar
de ser un grupo de personas que espera aún un milagro y empezar a trabajar el
Huallanca de nuestros sueños.
¿Qué más deben hacer nuestras
autoridades para poder bajarles el dedo y decir o darnos cuenta que nos
equivocamos una vez más al elegirlos?. Hay grupos locales que están fríos, nos
hemos vuelto indiferentes, o nos sale más cómodo voltearnos y mirar a otro lado
ante los problemas que aqueja a nuestro pueblo.
Una sociedad democrática no debe
ser visto como un concepto teórico o de forma, por lo dicho, no basta con decir
que hay un equilibrio de poderes, a que la población participa en la toma de
decisiones, se requiere más, como de una sociedad abierta donde quiénes nos
dirigen estén dispuestos a escuchar las críticas de ciudadanos bien informados.
El poder corrompe y no hay otra manera
de evitarlo que con la fiscalización continua de parte de los ciudadanos.
Huallanquinos: tenemos que
despertar de nuestro estancamiento y tranquilidad, el momento y las
circunstancias lo ameritan, no estamos para distraernos y mirar como otros
pueblos se desarrollan mientras nosotros continuamos con problemas que ya llevan
décadas sin ver ningún tipo de solución.
Que nadie espere nada regalado,
que nuestros sueños se cumplan porque le dedicamos esfuerzo, trabajo y mucho
punche, si nos van a criticar que lo hagan por nuestras virtudes, porque nos
equivocamos trabajando, y si algo no nos deben perdonar nuestras futuras
generaciones es no haber dicho nada, no haber hecho nada, o no haber dejado lo
mejor de nosotros para mejorar nuestra patria chica, si tienes corazón y amor
por esta tierra tenemos que darlo apasionadamente.