¿Hasta cuándo?
Rolando Húbner Marcos Picón.
En democracia todos somos políticos, nadie puede excluirse, todos
participamos del bien común de la sociedad, con nuestras actitudes, sueños y
valores. Asímismo tal vez no deberíamos hablar que los políticos son corruptos
y malos, lo son y seguirán siendo porque nosotros dejamos que lo sean,
porque estamos fracasando al elegirlos y controlarlos, y a quienes
elegimos hacen lo que quieren, y a nadie parece importarle nada, y porque
nosotros como ciudadanos no somos al parecer una mejor alternativa frente a
ello; pues también somos corruptos y deshonestos.
Algunos candidatos, que participan en esta elección como independiente o
con los famosos vientres de alquiler, son hijos del canon y de las
transferencias de recursos, del Huallanca solvente, con millones de soles en
sus arcas, y hoy buscan la reelección indefinida; alta concentración del poder
y ninguna regulación efectiva desde la ciudadanía. ¿Hay solución? sí, si
quienes hoy nos muestran su liderazgo y esa buena voluntad para ponerse al servicio
del pueblo; nos devuelvan la transparencia, la calidad, la eficiencia, y el
verdadero concepto de la política al servicio del pueblo.
¿Sólo es necesario el dinero para ganar puestos políticos en nuestro
pueblo? ¿Qué nos quieren mostrar con una caravana de camionetas 4 x4?, que se
pretenden mostrar en los cierres de campaña, a los próximos proveedores
de la municipalidad, a los próximos empresarios que harán las obras en
Huallanca, o en su defecto cuánto cuesta movilizar más de 30 vehículos a Chiquián,
capital de la provincia Bolognesi. ¿Que tienen mucho dinero? ¿Quiénes
están financiando estas campañas?
Alguien decía nadie se mueve gratis ¿será cierto? ¿Dónde quedaron las
ideas, la ideología, el debate, el discurso, la verdadera legitimidad emanada
de las bases para consolidarse como un verdadero político? ¿Es suficiente
únicamente cumplir la vacía ley al pie de la letra y meras formalidades
burocráticas para presentarse como candidato? ¿Ganar votos es tan sencillo como
comprar conciencias a través de polos, propinas, polladas, gorros, llaveros y
otras formas de populismo vano y superficial?; perdemos día a día la esencia de
la palabra política.
El cambio no va venir desde arriba, ni de los políticos; viene desde dentro
de cada uno de nosotros que nos interesa, que queremos a este pueblo mejor del
que esta hoy; sin embargo, ese concepto parece no entenderse en nuestro pueblo
dividido, individualista; porque nos hemos vuelto flojos en nuestras
responsabilidades sociales, en el bienestar común; porque queremos que todos
nuestros problemas sea solucionado por alguien más.
Alguien diría que nuestra sociedad es consecuencia de un gobierno
paternalista, y del apoyo filantrópico de parte de las empresas mineras, con
programas sociales, y con fondos proveniente del canon que sirvieron para
callar a quién mostraba su desacuerdo, nos acostumbraron a las personas a
recibir sin trabajar y que nuestros problemas los solucione alguien más, y
continuaremos igual si una vez más apostamos por quien me va dar trabajo, por
quien va comprarme en mi tienda, por quien me va dar apoyo social hoy, y dónde
queda el futuro de nuestros hijos, de los hijos de nuestros hijo, a los jóvenes
a los niños no le den trabajo, edúquenlo, para que ellos se generen su propios
empleo, hasta cuándo Huallanca va ser proveedor de mano de obra barata para las
empresas mineras.