EN EL DIA DE LA MADRE
Por: Luis Antonio Páucar Solís

La madre ese ser maravilloso que no sabe de cansancio, no conoce el dolor, ella que no le importa tener que esperar largas horas, días y hasta meses por escuchar la voz de sus hijos, el día de la mujer para la que siempre serás su hijito.
A este ser tan divino que Dios nos ha dado no debemos saludarla sólo el segundo domingo de mayo, sino todos los días, a cada instante, porque estamos seguro que esas canas, esas pequeñas arrugas son culpa mía también, porque se formaron pensando en mi esperando una llamada, esperando un abrazo, o esperando un beso.