Esta madrugada se apagó la vida de Jorge Gamarra Salas "Shera", se fué a los 35 años, murió un hombre del bravo: vaquero, chucarero, laceador, arreador de toros, torilero, comisario y criador de toros; como su padre Feliciano Gamarra Espinoza, que partió hace menos de un año. Nos queda el recuerdo de un valiente, de un torero aficionado, que no dudaba en arrojarse al ruedo cuando el miedo sobrecogía a otros valientes; porque colocarse el capote a las espaldas y lidiar por gaoneras, con los brazos abiertos y en forma displicente a un matrero, va más allá del simple arrojo.
A los que lo vimos nacer y cabalgar "en pelo" antes de sostenerse bien "de a pie", a los que nos brindó su desinteresada y segura compañía en innumerables faenas camperas, a los que conocimos de sus rebeldías, sus sonrisas y el gran amor por sus hijos, nos deja su gran amistad y afición, que nos compromete ante los suyos.
"Que Dios reparta suerte" decimos los taurinos al empezar una corrida,
A los que lo vimos nacer y cabalgar "en pelo" antes de sostenerse bien "de a pie", a los que nos brindó su desinteresada y segura compañía en innumerables faenas camperas, a los que conocimos de sus rebeldías, sus sonrisas y el gran amor por sus hijos, nos deja su gran amistad y afición, que nos compromete ante los suyos.
"Que Dios reparta suerte" decimos los taurinos al empezar una corrida,
"Que Dios lo tenga en su gloria" decimos hoy, antes de secar lágrimas por un bravo hualllanquino.
Un abrazo
Luis Barrenechea Martel
Luis Barrenechea Martel