Esta irreparable pérdida de un hijo huallanquino, como Jorge Gamarra Salas, se merece unas lineas en este informativo.
Me aúno a los mensajes de condolencia por la partida de un gran amigo, respetuoso, servicial y cariñoso.
Al darle esta ingrata noticia a mi hijo Ernesto, a ambos nos queda la pesadumbre de no volverlo a ver, a su vez nos trae a la memoria, cuando en el corral de Ticti Rumi (Andachupa) embarcamos mis toros para Llata; cuando en la plaza Yawar Toro de Lima en la fiesta de Armonía, Llanos nos tendía una celada, Shera saltó del toril al ruedo capote en espaldas y toreó por gaoneras a mi toro Bronco; tenía una paciencia con los niños, Italo era su engreido.
Como testimonio de tantas vivencias con este vaquero, a quien le gustaba cabalgar mi caballo Chicuelo, adjunto a la presente una foto,
¡ Descansa en paz, Jorge ¡. Venimos a este mundo con una misión, por ello tu pronta partida, acá nosotros elevamos plegarias y nos queda el compromiso de recordarte siempre.
Sentidamente:
Ernesto Trujillo Amado.
Me aúno a los mensajes de condolencia por la partida de un gran amigo, respetuoso, servicial y cariñoso.
Al darle esta ingrata noticia a mi hijo Ernesto, a ambos nos queda la pesadumbre de no volverlo a ver, a su vez nos trae a la memoria, cuando en el corral de Ticti Rumi (Andachupa) embarcamos mis toros para Llata; cuando en la plaza Yawar Toro de Lima en la fiesta de Armonía, Llanos nos tendía una celada, Shera saltó del toril al ruedo capote en espaldas y toreó por gaoneras a mi toro Bronco; tenía una paciencia con los niños, Italo era su engreido.
Como testimonio de tantas vivencias con este vaquero, a quien le gustaba cabalgar mi caballo Chicuelo, adjunto a la presente una foto,
¡ Descansa en paz, Jorge ¡. Venimos a este mundo con una misión, por ello tu pronta partida, acá nosotros elevamos plegarias y nos queda el compromiso de recordarte siempre.
Sentidamente:
Ernesto Trujillo Amado.