jueves, 19 de agosto de 2021

Historia:

A propósito de la Fundación de  Huánuco

Omar Llanos Espinoza


La ciudad de Huánuco fue fundada el 15 de agosto de 1539 por el capitán Gómez de Alvarado en nombre del rey de  España y del gobernador Francisco Pizarro; pero este acto histórico no se realizó  en el valle del Huallaga donde está ubicada actualmente. Según cronistas e historiadores manifiestan que, la fundación española de Huánuco se realizó en las pampas de Wanuko marka (hoy Dos de Mayo),  sobre la capital incaica del Chinchaysuyo, ante la protesta y negativa de los aborígenes que defendieron su raza, cultura y territorio, por los abusos que cometían los hombres blancos. Pasaron más de cuatro siglos y seguimos festejando la mal llamada fundación de Huánuco,  a sabiendas que fue una invasión e imposición de una cultura sobre otra. He aquí algunos antecedentes para su mejor comprensión.

Los hombres primitivos del Alto Marañón

Antes de la llegada de los españoles las tierras alto andinas de Huánuco  ya estaban pobladas por las primeras culturas como los Wanukos y Wacrachucos que se asentaron en las vertientes del alto Marañón (hoy territorio de las provincias de Lauricocha, Yarowilca, Dos de Mayo, Huamalíes, Huacaybamba y Marañón),  y en  valle del Huallaga  los Chupachos y Panatahuas;  donde hay vestigios de fortalezas y ciudadelas de construcciones a base de piedras, como evidencias de una gran nación andina de hombres guerreros y laboriosos.

El Imperio Yarowilca

Con el avance de los siglos las culturas primitivas fueron dominadas por otras,  es el caso de los Wanukos, el más poderoso imperio gobernado por la dinastía Yarowilca, teniendo por sede la ciudadela de Wanuko marka en las pampas de Guelleycancha (Huánuco El Viejo). Luego vino la invasión inca por las tierras del Alto Marañón, y al comprobar el poderío de la nación Yarowilca, decidieron que era mejor emplear una política de acercamiento entablando relaciones amistosas con los wanukos, formando la Confederación Inca-Yarowilca, ratificando su sede en Wanuko marka, como capital de la región del Chinchaysuyo e incorporándose a la gran nación inca del Tahuantinsuyo.

La conquista española

La meta de los españoles era conquistar el Imperio del Tahuantinsuyo, de someter a los pueblos incas, de imponer su cultura y religión, especialmente, saquear las riquezas y tesoros para enviar a la corona de España. Los invasores,  por orden del gobernador Pizarro, llegaron a Huánuco El Viejo, el capitán Gómez de Alvarado funda a la fuerza la ciudad de Huánuco el 15 de agosto de 1539, sobre una ciudad incaica capital del Chinchaysuyo; realmente fue una imposición contra la voluntad de los indios, que de inmediato reaccionaron en defensa de su raza, cultura y territorio. Uno de los indios guerreros fue Illatopa que lideró la lucha de los aborígenes contra el abuso de los españoles. Tanto fue la resistencia de la alianza inca yarowilca que no  dejaban someterse; los españoles tuvieron que resignarse a perder, y partieron en retirada hacia el valle del Huallaga para refundar luego la ciudad de Huánuco en 1543.

Destrucción de la cultura andina

Huánuco Viejo
La mal llamada “fundación” fue una imposición de una cultura sobre otra; en nombre de Dios y la corona, con la biblia y la espada en la mano,  invadieron y destruyeron el gran imperio de los incas. Estas hazañas de aventureros españoles lo repitieron en otros pueblos del interior del país, con el pretexto de fundar ciudades, saquearon, sojuzgaron en forma violenta para conquistar,  colonizar y establecer el  Virreynato en el Perú.

Todo está tragedia humana también sufrieron todos los pueblos de América a manos de los  aventureros europeos. La historia oficial de los cronistas españoles e historiadores afines a los colonizadores relatan como si fuera una gran hazaña de los conquistadores, ensalzando a la raza blanca como superior, en desmedro de los aborígenes, de los nativos que hasta hoy siguen postrados en busca de su reivindicación.

Tantamayo
Herencia colonial

Los rezagos de la actitud colonial y dominante aún subsiste en estos tiempos, cuando los grupos de poder manifiestan su actitud racista y conservadora, de constante marginación a las mayorías; una conducta obstruccionista y opositora a  los líderes de ascendencia andina y nativa  que tienen la oportunidad de gobernar a nivel local, regional y nacional.  

Restos arqueológicos de la época pre-nca e inca