jueves, 4 de febrero de 2021

Yo opino:

¡Y las vacunas,  para cuándo?

Rolando Húbner Marcos Picón.

Entramos a esta segunda ola de contagios del covid-19 como un país bananero inestable e inseguro y no como un país de una economía emergente moderna y a un paso de convertirse en unas de las principales en el mundo, como nos vende la prensa nacional, con una caída drástica de nuestro PBI, los escándalos de corrupción, que salpica a más de un gobernante, y a qui’enes formaron parte del gobierno, como a destacados líderes opositores no hacen más que confirmarnos la podredumbre moral en que nos encontramos

Uno puede estar a favor o en contra, por ejemplo, del (juicio político), uno puede creer o no en toda la historia de corrupción que nos rodea sobre todo en la forma como se ha manejado esta pandemia, las denuncias de mal manejo y robo han sido noticias del día a día. En un país bananero, donde se saca y pone presidentes por la decidía de un congreso igual o más corrupto; entramos a esta segunda ola “que Dios nos ayude”. Diría el ex Ministro de Economía Juan Carlos Hurtado Miller aquel 7 de agosto de 1990.

La pandemia nos ha demostrado nuestras debilidades y falencias, ha puesto en peligro a nuestra población y economía, no importa el tipo de gobierno, de ideologías, partidos políticos, situación geográfica, la búsqueda de las vacunas es de interés común y de todos los países porque en un mundo globalizado no se está seguro de adquirir el virus vivas donde vivas.

Hoy la ciencia se ha unido por una causa común de encontrar la cura para protegernos contra la COVID 19; esto quiere decir: dinero, prioridad en la investigación, y a los mejores hombres de ciencia trabajando en ella; la vacuna es nuestra única garantía de seguridad.

El Perú es más un botín que una plaza de hacer negocios, siempre ha sido así, es un triste legado histórico que nos persigue desde nuestra fundación como república. 

Todos andan desesperados de tras de la inversión, la palabra clave negocios, todos de tras del botín, mientras a nosotros nos siguen meciendo, con mentiras que parecen verdades, que la vacuna llega a fin de año nos dijeron, en el primer trimestre en el segundo, en el tercero… y la mecida seguirá la vacuna no llega y el virus va mutando, hay nuevas sepas y tal vez cuando la vacuna llegue ya no sirva para detener la pandemia.

Los negocios rondan en nuestro Perú, los dueños de las farmacias se hacen millonarios con el dolor y el sufrimiento de sus propios hermanos, nuestros niveles de infraestructura andan por los suelos, la crisis política, social, y económica ha tocado fondo.

 Y aún seguimos esperando como la están haciendo nuestros negociadores los hombres encargados de comprar las vacunas en este nuestro estado negociador; déjenlos trabajar diría alguien, ¡santo cielo! Pero quién quiere negociar con un país inestable, bananero y corrupto. Un país que ha cambiado tres veces de presidente en una semana.

En esta nueva cuarentena donde muy pocos cumplen lo dispuesto por el gobierno; nuestra única esperanza es que la vacuna llegue; todos lo sabemos pero parece que quienes nos gobiernan no se dan cuenta, estamos sufriendo la absurda pérdida de muchos compatriotas, de familiares, amigos, conocidos, y vivimos día a día con la incertidumbre de que podemos ser las próximas víctimas de este maldito virus, que nos tiene acorralados, temerosos, cerrados, y muchos de hambre cumpliendo un encierro que a decir de los especialistas como esta dado, no sirve de nada.

Hasta cuándo tenemos que esperar encerrados en esta cuarentena laxa que desespera y no estamos de acuerdo pero es lo único que tenemos, con nuestro precario sistema de salud, sin instrumentos, sin oxígeno, con personal de salud exhausto, cansado, nuestra única esperanzas es seguir esperando que la vacuna llegue, o como decía el locutor deportivo Humberto Martinez Morosini “en el Perú pasa de todo, y aquí no pasa nada”, hasta que se desborde la paciencia”.

Señor presidente: Hoy nos toca trabajar juntos, gobierno, empresas privadas y sociedad en su conjunto para poder adquirir y distribuir en el más breve plazo las vacunas y la vacunación de todos; dejemos de lado los mezquinos intereses ideológicos, políticos o económicos; es momento que el sector privado ponga a disposición del gobierno su logística existente, el gobierno sus especialistas y nosotros a cumplir con los protocolos para cuidarnos y cuidar a nuestros compatriotas;  solo juntos podemos trabajar y conseguir la inmunidad total. Nos necesitamos hoy más que nunca.