LA CONSTANCIA DE UN
ARPISTA
FÉLIX SÁNCHEZ GARAY, arpista invidente,
difusor de la música huanuqueña; partió a la eternidad el 30 de enero del 2021,
a los 80 años de edad, luego de trajinar por calles y plazas de Huánuco, con su
arpa y bastón por más de 60 años. Nuestro
homenaje póstumo a un artista humilde, no de los grandes escenarios, sino, de las
calles del pueblo.
Omar LLanos Espinoza
EL ARTISTA DE LA CALLE
En el antiguo Mercado de Abastos, en la esquina del Jr. 28 de julio con Paralela Huánuco, allí está siempre el gran arpista, interpretando melodías típicas del valle del Pilco, como: “El Cóndor Pasa”, “Cuando salí de mi tierra”, “Huanuqueñita”, “Angel Hermoso” y muchos más del rico folklore huanuqueño, como huaynos, cachuas, chimayches, mulizas y yaravíes.
Al escuchar éstas joyas
musicales viene a la memoria nuestros años juveniles de estudiante por la
década de los años 60, ya éramos asiduos oyentes de Félix Sánchez, en el mismo
lugar, especialmente los sábados y domingos; sus manos mágicas hacían trinar las
cuerdas del arpa al interpretar las versiones tradicionales del Huánuco de
antaño. La actuación del artista era todo un espectáculo, alrededor bailaban
los campesinos con vestidos típicos de
negro y blanco, reforzados con el cañazo o aguardiente de Quicacán.
¡QUÉ CONSTANCIA!
Han pasado más de 25 años y sigue allí el arpista que nació invidente, y se conduce solo cargando su instrumento, guiado por un bastón; recorre las polvorientas calles que las conoce de memoria, para ubicarse en las plazas y barrios; luego retornar a su domicilio. Nuestro personaje ejecuta el arpa desde los 15 años de edad, gracias a las enseñanzas de Alicio Luciano, otro músico del pueblo de Cochachinche. ¡Qué constancia!
Es el arte y la
constancia de un hombre, virtudes que supieron vencer a los retos y caprichos
de la naturaleza. Ahora con más de 60 años de edad sigue tocando su arpa como
medio de vida, tal como lo hacía inicialmente en el auditorio añejo de Radio
Huánuco, bajo la dirección de nuestro recordado Profesor, Andrés Fernández Garrido.
EL SENTIR DEL PUEBLO
Quién no se siente más provinciano y más
huanuqueño al escuchar las ricas melodías, pareciera que resucitara los
compositores y folkloristas huanuqueños,
como: Daniel Alomía Robles, Josefat Roel Pineda o Wilelmo Robles Gonzales;
música de los Pilcos y los Yarowilcas. Félix Sánchez sigue tocando a cambio de
algunas monedas, con su gesto expresivo y las manos hábiles para el “temple” y
la tonada. Escucharla hace 25 años atrás era como recordar a nuestra lejana
tierra domaína de los “Shucuys”, a nuestros padres, que muy temprano la dejamos
a cambio de “las locas ilusiones de provinciano por ver la capital”. El arpista
nos hacía recordar a nuestro pueblo de origen, al paisaje, a las fiestas
costumbristas; a la verdadera patria, al Perú Profundo.
REVALORAR EL ARTE
Todo esto significa un regocijo y un consuelo espiritual, un incentivo más para comprender el pasado milenario, ubicarse en el presente inquieto, para construir el futuro que será nuestro. Mientras tanto, amigo lector, si estuviera cerca a nuestro arpista, por favor, dígale que lo recuerdo. Por allí cerca está la Municipalidad Provincial y el INC; avísale que, el arte y el artista están en la calle, como muchos los hay; necesitan apoyo para revalorar su talento.