sábado, 28 de septiembre de 2019

Yo opino:


Y si educamos al perro del hortelano…?
Rolando Húbner Marcos Picón
Los problemas limítrofes entre Huallanca y Pachas lleva décadas, y hoy parece que el interés por Huallanca está en la agenda de toda autoridad política del gobierno Regional de Huánuco y la Provincia Dos de Mayo; será realmente el amor a nuestra tierra, el querer recuperar las tierra que algún día les perteneció pero no supieron valorar, o acaso son sólo intereses económicos, políticos o de coyuntura para llamar la atención.
Bramadero-Ututupampa

Hasta cuando nos va negar caminar, progresar, desarrollarnos, hasta cuándo vamos a tener a nuestros pueblos y sus comunidades sin lograr alcanzar sus metas, hasta cuándo vamos a esperar una educación, salud, y alimentación de calidad.
Vamos educar al “perro del hortelano” para quitarles la obsesión por retornar Huallanca a Huánuco. Vamos a proporcionar a nuestros pueblos de mejores servicios, vamos a terminar ya con los juicios, mesas estériles de reuniones y sueños imposibles; que si cuantificamos seguro han costado miles de soles en ambos lados.

 Vamos a trabajar en áreas de producción: mostrémosle al país nuestras fortalezas, nuestras costumbres, creencias, nuestro folklore; vamos a darle valor agregado a la diversidad de nuestros productos agrícolas; vamos a preparar una agenda común entre Huallanca y los pueblos de la Provincia de Dos de Mayo; vamos a fomentar la inversión;  vamos a darle a nuestros pueblos la posibilidad de trabajar juntos un futuro próspero; vamos a juntarnos sin fronteras y vamos a trabajar proyectos pendientes como el corredor turístico oro de los andes.

Todo cambio produce temor, fobia, recelo, desconfianza, sospecha, y seguro la descalificación de quiénes no comen ni dejan comer; la oposición.
Entonces si a nuestros gobernantes, quieren desean o anhelan verdaderamente el desarrollo de nuestros pueblos, deben pensar en llevar educación y cultura a todos hasta el más recóndito lugar, y que la educación no sea el privilegio de unos cuantos.

Galanioj-Andachupa
Y ¿si educamos al perro del hortelano? Se acabaría la desconfianza por lo desconocido, el rechazo a todo lo que signifique cambio, para distinguir entre responsabilidad como autoridad y viveza entre otras cosas. 
Una vez educado, entenderá que la mejor manera de progresar es con educación, esfuerzo y trabajo, podrá dejar sus infundados temores de vernos como enemigos si somos hermanos, se acabará el miedo al cambio, a lo desconocido, y entenderá que no era tan malo unirnos en una agenda común; si no le educamos seguiremos por siempre en la mediocridad y en serios problemas de desarrollo y progreso, escuchando el coro de siempre “Huallanca retorna al departamento de Huánuco”.

En consecuencia, cuando la calidad de los líderes es tan desastrosa no debería extrañarnos que no sean capaces ni de hacer lo más simple que se espera de ellos; como ponerse a trabajar, para el buen vivir de su pueblo, buscar consensos con pueblos vecinos y juntos emprender el camino al desarrollo.
Nada es gratis, el desarrollo de nuestros pueblos será siempre fruto del esfuerzo y del trabajo en conjunto, somos pueblos hermanos y sí que lo podemos hacer, la tarea de los verdaderos líderes, de nuestra generación debe ser trabajar impulsando el desarrollo productivo, y no seguir buscando la inversión corruptiva del dinero fácil.