Cambio de rumbo
Rolando Húbner Marcos Picón
Estamos en el octavo mes de gobierno municipal de Huallanca que
se inició con gran expectativa, por un importante sector de ciudadanos, que
exigía un cambio de rumbo en el manejo que se estaba dando a los temas
públicos, llegamos al octavo mes y la sensación en las calles es de decepción,
en algunos casos de desencanto, y los comentarios son “más de lo mismo”, “no se
ven cambios” “demasiado compromisos firmados” y parece que en esta gestión los
cambios van a ser escaso. Ha llegado la hora de un cambio de rumbo, de girar el
timón y comenzar a trabajar para cumplir
con las promesas de campaña, voluntad para afrontar con perspicacia los
problemas sociales.
La presencia de grupos de personas, de simpatizantes,
opositores, o comodines, en busca de enfrentamientos políticos no es nuevo lo
hemos visto muchas veces, muchos de ellos con intereses coyunturales propios
que nada tienen que ver con la visión de desarrollo de nuestro pueblo, es
necesario que nuestros regidores dejen de ser entes decorativos y se involucren
más en trabajar para solucionar problemas que llevan años sin solución y no
dejarles todo el trabajo a los gerentes que poco o nada conocen de la realidad
local, por el contrario buscar reformas para dar respuestas y sintonizar con la
problemática local.
Si no cambiamos, una vez más asistiremos a un escenario en
el que persiste la precariedad institucional, el desorden, y el desprestigio,
como candidatos nos presentaron la promesa de devolverle a Huallanca al sitial
que se merece, el ordenamiento público, no es posible que nuestras calles sea
tomadas por el comercio ambulatorio, por personas, muchas de ellas que tienen sus puestos en el mercado municipal impidiendo el libre tránsito de vehículos y público en general,
comercio que se incrementa cada año más, antes era una cuadra ahora de tres a
cuatro cuadras. ¡Hasta cuándo!
Con muchos temas pendientes, también existen muchas
limitaciones, que no han permitido establecer una agenda efectiva para lograr
el desarrollo y trabajar por el bienestar local, sino que muchos de estos
problemas se han incrementado, como la desigualdad, la pobreza, el desempleo,
entre otro se están incrementando.
Tenemos pendiente el convenio de la luz eléctrica con la
minera Santa Luisa, la construcción en la modalidad de obras por impuesto del
puente San Juan que se viene postergando desde el 2011 y la ampliación y
equipamiento de la Institución Educativa Virgen de Fátima que espera su
ejecución desde el 2017 por un monto superior a los cuatro millones de soles,
por parte de la minera Antamina, el proyecto integral de agua y desagüe en la
zona urbana de Huallanca, el desarrollo agropecuario en las comunidades
campesinas, el problema limítrofe con la comunidad San Lorenzo de Pachas, el
embarazo adolescente, el problema de empleo,
la informalidad, los casos de violación sexual; son trabajos pendientes.
No hay segundas oportunidades es tiempo trabajar, son
momentos decisivos de nuestra historia, de ustedes depende el cambio de rumbo.
La historia está por escribirse y la esperanza es lo último que se pierde, todo
es posible, creemos en la capacidad de cada uno de ustedes, y creemos también
que si es posible revertir este momento, y comenzar a empujar juntos el carro
así a el desarrollo y no olvidemos que el desafío es colectivo de todos quienes
conformamos esta gran tierra, de los 8531 huallanquinos.
Vamos a promover emprendimientos de desarrollo
sostenibles, sus frutos a largo plazo van a beneficiar a todos, evitemos que
los recursos generados por la minería sean dilapidados en obras improductivas,
en construcciones mal hechas.