viernes, 17 de agosto de 2018

Opinión:


Un futuro gris le depara a Huallanca
Por: El Trueno

Hemos visto con placer el slogan que dice. “Huallanca, tierra rica, noble y generosa”, que lo decimos con mucho orgullo, pero al mismo tiempo sentimos dolor, porque desde 1990 que Huallanca se anexó a la Región Chavín (Ancash), por mandato de un referéndum convertido en ley; poco o casi nada hemos avanzado en el transcurso de estos 28 años; por el contrario hemos perdido, lo más importante, nuestro civismo de querer nuestra tierra; habremos sembrado cemento para decir que progresamos, pero perdimos identidad, más aun, cuando a Huallanca llegan cantidad de emigrantes con la finalidad de progresar y de tener mejores condiciones de vida. Los emergentes de hoy no traen nada: cultura cero, bolsillo vacío; sólo fuerza de trabajo que los conlleva a ser asalariados de una minera o a convertirse en piriteros o ladroncillos pandilleros.

El sueño trunco de Huallanca Provincia, tendríamos que responsabilizar a los políticos de turno: alcaldes, desde Próspero Picón hasta Teófilo Marcos que, nada hicieron por la provincialización, sólo se convirtieron en villanos que enriquecieron a la parvada de delincuentes que se enquistaron en la Municipalidad de Huallanca; estos han sido nuestros alcaldes que administraron el canon minero por millones.

Durante estos últimos 15 años Huallanca si tiene obras, es gracias a las mineras, obras como: la plaza de toros de la Compañía Minera Antamina; de parte de la Compañía Minera Santa Luisa: coliseo, puentes  Santa Luisa y Junín, y así muchas obras  como la Planta de tratamiento del agua potable (alcaldes que no quieren darle viabilidad para su funcionamiento), pistas veredas, ayuda a las comunidades, etc. etc. No es un halago, todavía están en deuda con este pueblo que les cobijo y les entregó sus riquezas, que han llenado sus arcas con pingues ganancias y a bajos costos, aparte del daño  ecológico que sigue sufriendo junto a la desnutrición infantil.

El Canon minero es “la torta de tres leches” para el gran robo; escondido en obras por administración o en licitaciones fraguadas para sus propios intereses: carreteras a las comunidades que sólo sube una camioneta 4x4; un camal millonario que no funciona; un mercado de abastos lleno de tiendas cerradas que son almacenes  de unos cuantos comerciantes que pagan y hacen campaña a los alcaldes, mientras los ambulantes están lleno en los pasadizos.

El local que estaba destinado el Instituto Tecnológico Público, ahora donado a una institución particular como SENATI HUALLANCA. No estoy en contra de la educación, pero ese local para el instituto es patrimonio del Estado;  ningún alcalde terminó la gestión de crear un instituto tecnológico para Huallanca, porque no tenían capacidad de gestión; las infraestructuras recientes de los dos colegios nacionales están que se caen.

Estas son las obras de los alcaldes que terminan perseguidos por la justicia, y el colmo, alcaldes que del Programa del Vaso de Leche hicieron sus chancherías administrado por sus ayayeros, dónde queda la avena quaker, harina de habas y el negociado del tarro de leche gloria; jugando con el sustento alimenticio de los niños desvalidos y desnutridos; cuando ellos deberían ser los protectores de la niñez. Si seguimos enumerando faltaría espacio y sobraría indignación; este es un análisis somero del cáncer que invade Huallanca.

¿Qué le espera Huallanca en estos próximos comicios electorales?
Hemos sufrido en estos últimos 15 años  una “asnocracia” plena ya que nuestros gobernantes locales han y son unos incompetentes, trafican a causas particulares y subalternas, cuyo trabajo ejecutivo es deplorable pues no lo realizan pensando en la población sino en sus propios intereses, mirando a la municipalidad como un botín para salir de su pobreza; alcaldes sin cualidades morales que no deberían dirigir un pueblo.

Este mismo panorama se está diseñando para los próximos comicios electorales que, desde ya empiezan a proliferar en Huallanca como una plaga de salvadores de esta crisis política, falta de trabajo y corrupción, mafiosos, extorsionadores enquistados en las comunidades para manipular el voto de los indefensos campesinos, vividores que se trepan al carro para matar el hambre durante cuatro años y que van a laborar en la municipalidad, camal, centro ecológico, centro de salud o en el mercado de abastos o institución ligada a la municipalidad.

A esto apuntan todos nuestros candidatos que creen que teniendo un título es suficiente para gobernar; no señores, hay  que tener valores, la decencia y el respeto por lo ajeno y educación de casa. Aquí está el núcleo de un gobernante, porque conocimiento lo puedes adquirir en un aula del colegio o universidad.

Si conseguimos un gobernante que tenga estos valores iremos al desarrollo; en caso contrario, seguiremos siendo gobernados por la “asnocracia” el atraso y la ignorancia.

Sé que con estas opiniones  tendré enemigos gratuitos, pero tengo la obligación  moral de advertirles.