martes, 30 de enero de 2018

Yo opino:

Elecciones a la vista
Rolando Húbner Marcos Picón

Aún no conocemos a los candidatos y candidatas al sillón municipal, espero que las decisiones, propuestas, y visiones que se tengan sean para que todos podamos tener mejores oportunidades.

Que este show multicolor de propagandas, frases, regalos a cambio de votos, las pintas en paredes y piedras que ya iniciaron no continúe, porque nos urge tanto un Huallanca bonito, revalorar  la tierra hermosa y generosa, llena de respeto, de oportunidades, de tolerancia,  de una cultura colaborativa de eso que nos enseñaron nuestros abuelos, de libertad, de perdón,  que ésta campaña va querer ignorar. 

Iniciamos el año con un coro que se ha hecho general, porque lo escuchamos en todas partes, “que se vayan todos”, con una crisis política originada en el gobierno central, pero  que es también el sentir de la población local, porque acá  también escuchamos que; no se ha hecho nada, no hay rendición de cuentas, y nuestras autoridades se ríen todo el tiempo de nosotros.

Iniciamos este año convocados a una nueva elección municipal y regional; con un nuevo boom minero, pero con nuestras esperanzas futuras; con nuestro porvenir incierto y con el sabor amargo de cuatro años perdidos. Esperamos que los candidatos no vean a la política como una oportunidad de incrementar sus arcas familiares, por cobrar la dieta mensual, el cuánto me van a pagar; pero de compromiso con nuestro pueblo no hay nada. No dejemos a nuestro pueblo en manos de gente con intereses y proyecto personales que se olvidaron que la política es el arte de servir a nuestro pueblo, que alto honor el que les confía sus ciudadanos.

¿Nos merecemos esto? ¿Nos merecemos alcaldes, presidentes, congresistas y ministros incompetentes y corruptos? ¿Nos merecemos ser gobernados por oportunistas? ¿Nos merecemos realmente este desencanto? ¿Hasta cuándo vamos a seguir siendo el pueblo sentado en un banco de oro, pero con muchas falencias? ¿Hasta cuándo Huallanca va a ser el pueblo de las oportunidades perdidas?.

Tal vez repitamos el coro de moda “que se vayan todos” basta ya; pero somos nosotros los que hemos elegido a este tipo de representantes; somos nosotros los que decimos “no importa que robe pero que haga obras”, “y que me das para votar por ti”, “voto por él porque me regaló un polo, una cajita de fósforo, un gorro, un llavero o un lapicero”;  tan baratos somos?.

Nosotros somos los que elegimos al que baila mejor, al que nos regala más cosas, al que en campaña me saluda con un abrazo aunque después de ésta ni me conozca; nosotros elegimos lo fácil, al que miente mejor aunque no nos ofrezca ningún plan, proyecto ni programa de gobierno,  y ellos saben que prometen cosas que no podrán cumplir, pero las prometen porque hay gente que necesita que le mientan.

Entonces nosotros no somos víctimas, somos cómplices, prisioneros de nuestra propia ignorancia y egoísmo; somos culpables de nuestra situación actual, pasado y futuro; somos nosotros que hemos negociado por un regalo barato nuestro bienestar el futuro de nuestros hijos o de nuestros futuros huallanquinos, y el progreso de nuestro pueblo.

Ojalá que ésta nueva elección nos muestre nuevos líderes con una visión clara del pueblo que queremos; ojalá no nos dejemos engañar ni pisotear por nadie. Queremos un pueblo con oportunidades para todos, un Huallanca que encuentre ya el camino al desarrollo que hasta hoy se ha mostrado esquivo, ojalá que tengamos líderes que nos garanticen nuevas esperanzas y nos guíen para luchar, crecer y construir.

La tradición que tenemos como pueblo, lo que heredamos de los antiguos huallanquinos que nos enseñaron los abuelos, es que todo logro requería esfuerzo, que somos un pueblo de hombres muy laboriosos, es una de nuestras fortalezas que debemos conservar, y no podemos dejarnos influenciar por una sociedad  de ilusiones y metas sin caminos, de logros sin mérito. Nos quieren hacer creer que es posible vivir en un mundo donde nuestros actos no tengan implicancias morales ni consecuencias prácticas, ni judiciales.
¡BASTA YA…!