Cambalache político
Rolando Húbner Marcos Picón
El año 2017 ha sido un cambalache para la política nacional y local, y como para ponerle una cereza al pastel nombran al 2018 como el “año del diálogo y la reconciliación nacional” , cuando el diálogo sólo ha servido para firmar tratos mafiosos y escandalosos bajo la mesa, para firmar acuerdos para salvar a unos a cambio de liberar a otros: Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor, pretencioso o estafador, coimero o corrupto, el que trabaja día y noche que el que vive de los otros; todo es igual nada es mejor. El problema es que estas anomalías, en lugar de ser una excepción, parece que se ha vuelto sistemática o ha venido para quedarse entre nosotros por mucho tiempo.
Recuerdo aún aquel dicho de los abuelos “predicar con el ejemplo”, hoy nadie cree en nada, la política se mueve entre la ficción, el circo, la mediocridad y una visión burocrática impuesta desde arriba, la política parece una escena de teatro, pero una de mal gusto y con actores improvisados; estos tiempos de desencanto y de mercantilismo de la política nos lleva a una nueva contienda electoral programada para el 7 de octubre del 2018, Elecciones Municipales y Regionales.
No podemos negar que vivimos, en estos últimos años, una situación de apatía política, y de descrédito a quienes en estos últimos tiempos han dirigido los destinos de nuestros pueblos. Es patético hasta se siente vergüenza ajena al ver a nuestros políticos tradicionales, y a los nuevos en una decadencia acelerada, un descrédito y como si ellos colaborara para que esto sea más notorio, si antiguamente veíamos a la política como una vocación de servicio, hoy se ha convertido en bolsas de empleo, y lo peor en oficinas de compra venta de conciencias de avales y respaldo, donde el servicio al pueblo ha sido sustituido por el egoísmo, el individualismo, donde nuestros políticos parecen blindados por la impunidad donde ellos tienen el poder absoluto, que hace y deshace, destruye los valores morales y éticos que ha caracterizado a nuestro pueblo.
En las próximas elecciones municipales en Huallanca habrá por lo menos ocho candidatos que aspiran la alcaldía distrital; como pobladores exigimos a los partidos políticos que cumplan con sus obligaciones morales, éticas y de compromiso con nuestro pueblo, para como pobladores nosotros elegir al candidato de conducta y comportamiento transparente e intachable, basta ya de elegir al mal menor. Esta es la oportunidad de que los políticos locales nos den muestras de querer cambiar la imagen, el estilo, y las formas de administrar a nuestro pueblo, a quien decimos querer tanto.
Como ciudadanos somos responsables a quienes elegimos, y nuestro silencio cobarde ante lo que sucede en nuestro pueblo, nos muestra como irresponsables. Lamentablemente esta es una historia repetida en nuestro pueblo y que brinda muy pocas esperanzas de un cambio genuino, al menos del que espera la población.