jueves, 13 de febrero de 2014

Yo opino:

¿Dónde estamos nosotros?
Rolando Húbner Marcos Picón

Casi siempre todos buscamos un lugar donde estar, podemos participar en política, o decir que estamos fuera, globalizados a través de internet o confinados en nuestro círculo. Ubicarse parece ser identificarse, con nuestro pueblo, con nuestra gente, con nuestras costumbres; pero como pueblo cosmopolita somos una sociedad en continua formación, porque casi siempre hay gente que llega y muchos que también se van.

Ubicarse también debe ser definirse políticamente hablando, todo parece que nosotros no queremos definirnos, y preferimos mantenernos al margen de lo que sucede o pasa en nuestro pueblo, y quienes no se ubican o creen que no tienen un lugar aquí;   migran a Huaraz, Huánuco, Barranca, Huacho o Lima, a comenzar una nueva vida y hacer cualquier cosa pero fuera de su terruño.

 Otros, lo decía Arguedas en algún momento:…”se siente extranjeros en su propia tierra”, extraños en su ciudad natal, abrumados por las circunstancia, y se esconden, se refugian en su círculo y no opina, o se sientan cómodamente a observar cómo se construye, o destruye este pueblo, y nos dicen: yo no me meto en política, pero casi siempre criticamos el rumbo que le estamos dando al desarrollo de nuestro pueblo; pero hay un grupo que aún cree que realmente nos merecemos un Huallanca mejor y bregan contra viento y marea para hacer realidad sus sueños.

Muchas veces se estrellan contra la realidad, donde lo homogéneo es casi siempre la indiferencia de los más capaces o los más elegibles, contra la ley y el pesimismo de nuestra gente. Pero algunos seguro van a triunfar y su triunfo será heroico porque nunca debe acabar en nuestros corazones  el sueño de un Huallanca próspero y con oportunidades para todos.

Pero mientras  algunos buscamos nuestro lugar en esta tierra, otros solamente se acomodan y se recuestan a los gobiernos de turno.
Algunos dirían que Huallanca es un pueblo sin ciudadanos, y lo que tiene son habitantes porque el ciudadano participa, se compromete, integra, busca el bienestar común, convoca para buscar un reto compartido, busca armar proyectos de desarrollo competitivo y llevar el carro por las sendas del desarrollo, el habitante solo vive para él; no le interesa más que su bienestar.

Cuando esto sucede en un pueblo hay una suerte de abandono y se pierde todo el pasado glorioso del que siempre hablamos con mucho orgullo, es triste porque Huallanca  ha sido una ciudad mucho más amable, más inclusiva, seguro con sus diferencias sociales muy marcadas y lo que caracterizó a su gente fue su carácter integrador, y es de donde nace la frase: HUALLANCA TIERRA HERMOSA RICA Y GENEROSA.

Los huallanquinos nos estamos desapasionando ya no hablamos con orgullo de nuestra tierra o somos menos emotivos, y esto está siendo aprovechado políticamente esta apatía, esta si se quiere confusión, este no entender por qué nos mostramos indiferentes ante los problemas que aquejan a nuestro pueblo, y cabe preguntarnos ¿Cuándo empieza esta tragedia?.

El Huallanca idealizado, soñado, mítico del que tanto nos han hablado parece que se queda en el siglo pasado, y quienes tuvimos la responsabilidad de conservar este entusiasmo no fuimos capaces de cumplir con esta tarea, y hoy  hay quienes quieren inclusive partir, dividir y hasta desconocer a nuestros propios hermanos , es que nunca fuimos un pueblo homogéneo, sino más bien una ciudad fracturada, desigual, pero eso pasaba desapercibido cuando se pronunciaba su nombre entonces todos poníamos el hombro, y se vivía mejor porque se compartía más.