miércoles, 5 de febrero de 2014

Yo opino:

Cuando el ambiente electoral se calienta
Rolando Húbner Marcos Picón
Aunque parezca mentira, las elecciones municipales del 2014 están más cerca de lo que creemos. Nuestro pueblo, el país en general se apresta a participar, una vez más, en una campaña electoral que seguro estará lleno de spots de campaña y promesas, con frases bonitas y rebuscadas por los mejores publicistas, que buscarán  convencernos hasta de lo imposible. Y le daremos una cachetada a la pobreza regalando a manos llenas; contradiciendo lo que se pregona recesión, y bienestar para los que menos tienen.

Sin argumentos, sin programas políticos a futuro, sin propuestas concretas para enfrentar la crisis económica que se avecina. Los candidatos de los partidos, los llamados apolíticos, los independientes, nos llenarán el pueblo con gigantografías y propagandas; ojalá que el show no canse y tengamos algo nuevo para escoger.
Con los spots quedó claro como se conquista el voto hoy por hoy. Lo que se busca es conmover al ciudadano con cuestiones emotivas, para acercar a los burócratas al mundo “real”, el de los “pobres”, con frases grandilocuentes y plagadas de eufemismos que corren el eje del debate de lo político a lo sentimental.

El proceso electoral que se avecina parece ya marcado por rasgos como los mencionados líneas arriba, que seguro contribuirán al resultado final. La campaña electoral será bastante corta, no más de cuatro meses, muy fragmentada por la cantidad de candidatos (no menos de siete candidatos),  y ciertamente muy concentrada porque los que tienen posibilidades de llegar al poder serán dos o tres.
También es cierto que la dinámica electoral coincidirá con la alta desaprobación a nuestros principales líderes, los problemas de delimitación territorial, de obras con millones de soles de inversión y que hasta hoy no han podido entrar en funcionamiento, convirtiéndose en elefantes blancos; ante estas condiciones todo indica, que el proceso será pobre en programas y propuestas debido a la ausencia de proyectos reales de cambio o de personas que garanticen un cambio verdadero para nuestro pueblo.

En pocas palabras, una carrera electoral que seguramente tendrá más de promesas, spots, y mucho dinero, que valdría la pena preguntarse ¿Quién financia y a cambio de qué a estos candidatos?, y  más preocupación por intereses particulares de corto plazo que de compromiso real con nuestro pueblo.

Temas sustantivos para nuestro pueblo, como la relación entre la minería  la agricultura y ganadería, el abastecimiento de agua, la contaminación y los pasivos ambientales, no estarán presentes en estas elecciones, a pesar del variopinto menú de candidatos del cual dispondremos los ciudadanos y ciudadanas para elegir a nuestras autoridades, nuestras opciones serán limitadas con uno o dos candidatos.

Hablamos todos de moralidad, de cómo estamos aceptando la corrupción, y parece que en Huallanca estuvieramos  aceptando este sistema como el más legal y justo: la gente participa de ella la tolera, y vive en este sistema, considerando la corrupción no sólo como el abuso del poder público para obtener ganancias privadas, sino se trata del abuso en la función pública,  del ambiente deshonesto, como la violencia, la corrupción, que son herramientas de poder.

Y pareciera que para llegar al poder es necesario ser corrupto, y una persona honesta no tiene muchas posibilidades, y quién va a cambiar esto, solo nosotros los ciudadanos que buscamos lo mejor para nuestro pueblo.