domingo, 15 de diciembre de 2013

Yo opino:

Hay hermanos mucho por hacer
Rolando Húbner Marcos Picón

" Cuando  el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada
…hay hermanos, muchísimo que hacer “. CESAR VALLEJO.

Bajo la inmensidad del cielo nublado, característico en esta época del año, donde el invierno con intensas lluvias parece que se hubiera adelantado, se observa el pluralismo en el sentimiento del alma de todo buen huallanquino. Los últimos acontecimientos vividos en nuestra tierra parecen que muestran la congoja, el desánimo, la indiferencia, la tristeza, los desencantos, que ojalá se vuelvan pasajeros, alguien seguro diría-“por qué lloras tanto paisano”. Iniciamos  así este comentario tomando  un verso del poema ”Los Heraldos Negros” del más grande de los poetas peruanos, César Vallejo.

En Huallanca se festejaba, la fiesta de la Virgen Imaculada Concepción, nombrada ahora por el Párroco como la Patrona del Barrio Huarupampa, exactamente en la casa de don Carmelo Espinoza; los cohetes y la banda de músicos interpretando melodiosas canciones, tratando de alguna manera de cambiarnos de ánimo ante tanto desatino mostrado en estas últimas semanas por quienes nos dirigen.

A pesar de lo que se diga, Huallanca atraviesa un momento difícil, con autoridades que perdieron el rumbo, instituciones frágiles, grupos políticos que carecen de operadores con credibilidad, ciudadanos que se apartan de la política o con quienes se muestran indiferentes a lo que pasa con el común de ciudadanos,  políticos que quieren aprovechar estos momentos y mostrarse como los elegibles; estamos creando un pueblo lleno de desigualdades y amenazados por un sin número de carencias sociales.

El encuentro de nuestras autoridades con el pueblo para tener o buscar licencia social, para lo que se hace o pretende hacerse se convierte en un clamoroso desencuentro, y lo que en el primer momento todos aprobaban hoy todos callan y nadie sabe nada o todos desaprueban.

Parece que vivimos en un mundo irreal, un pueblo que desde el 2006 tuvo los mayores presupuestos económicos de toda su historia, tenga aún muchos asuntos pendientes, donde los cambios para el bienestar general, o el de las oportunidades para todos hace tiempo que dejó de ser del interés para nuestras principales autoridades, y algo nos dice que no estamos andando bien.

Es preciso entonces preguntarnos ¿Cómo actuamos ante los demás?, ¿nos interesa el bienestar común?; los desafíos que hoy nos plantea el desarrollo sostenible, en términos medioambientales, sociales, económicos, y culturales, demandan que todos revisemos nuestros principios éticos, morales, y sociales.

En estos momentos de apertura de mercados internacionales o de globalización donde muchos vieron frustrada las enormes expectativas, que había generado la presencia de importantes empresas mineras, es un hecho que las profundas desigualdades que se están generando, si bien es cierto que con la llegada del sector minero se crean riquezas en dimensiones nunca antes vista, también se constata la existencia de importantes grupos de la población a los que este crecimiento no impacta positivamente, e incluso empeoran su calidad de vida.
Estas realidades de contradicciones socio-económicas nos recuerda, una vez más,  el llamado del poeta, César Vallejo:  ¡Hay hermanos, mucho por hacer!.