“TUMBA CHOLO”
Por : Octavio Durán López
La vida nos da momentos de intensa alegría con acontecimientos que perduran por siempre, el hecho que narro sucedió en l966.
En l964 llego a trabajar a La Unión, Provincia de 2 de Mayo, Departamento de Huánuco, en mi condición de Guardia Civil de reciente egreso de la Escuela de la GC, donde conozco a mis colegas Raúl Ramos Ferrer, Andrés Dávila, Mauro Bardón, Joaquín Álvarez, Carlos Robles Gonzáles con quienes entablo amistad y con el último de los nombrados conversábamos mucho sobre Pomabamba. En l966 se crea el Puesto de la GC de Huallanca y Carlos Robles es nombrado a dicho Puesto y antes de partir me sugiere pedir mi cambio de colocación, a lo que accedí.
Al salir mi cambio me traslado a Huallanca y me presento ante el Comandante de Puesto que era el Sr. Sgto.2do.GC Augusto Llanos Llanos que me da la bienvenida y las recomendaciones del caso.
En horas de la noche el Guardia Carlos Robles pide al Comandante de Puesto salir en comisión hacia la zona rural para ir conociendo la jurisdicción, solicitud que es autorizado por el Jefe del Puesto. Al día siguiente muy temprano mi colega se presenta con dos caballos bien aperados y partimos hacia la puna; en el trayecto me cuenta que ese día tenía una “contada”, como no entendía le pregunto de que se trataba y me explica que los propietarios reúnen su ganado para seleccionar y verificar la cantidad, así llegamos al lugar denominado “Chiuruco” donde habían varios corrales con caballos, reses y ovejas. Me lleva donde estaban los potros y me dice : “ Tú me has contado que has montado caballos chúcaros en tu tierra, haber echa ojo a uno para probar si es cierto lo que me has comentado en La Unión”.
Ante la sugerencia me fijo en un potro alazán y Carlos Robles ordena a sus trabajadores que echen lazo lo cabrestéen y lo ensillen y los trabajadores realizan lo dispuesto y acercan el potro al lugar donde estábamos y Robles entre risas me da una palmadita en la espalda y me invita que monte, a lo que accedo; al cabalgar el potro barquinea y no logra tumbarme, y un tanto agotado se para …..
Carlos Robles levantando la voz me dice: ¡” Era verdad! ¡, el potro es tuyo, es tu bienvenida a mi tierra!”, pensé que era una broma y mi colega aclara cariñosamente: “ En estos casos se conoce al amigo y ahora vamos a almorzar” y me lleva a una casa de campo donde habían preparado la deliciosa pachamanca indicando a su trabajadores que desensillaran el potro y se acercaran a almorzar.
Al poco rato se presentan los trabajadores entre risas y cuando le preguntamos a qué se debía su alegría uno de ellos dice en quechua “ Juanchuchag nirun Guardiapism muntaycaptigan imanirtagshi noga puedishagtsu muntarun potruta y potruga juc saltullachu pagchisquirun” (Juan ha dicho que si un Guardia ha podido por qué yo no puedo montar y el potro en un solo salto lo ha tumbado), todos reímos tomando el pelo al trabajador y uno del grupo dijo: ¡QUE SE LLAME TUMBA CHOLO! y quedó con ese nombre. Hice muchas correrías por las punas y venía a mi mente una estrofa del himno de la Guardia Civil:
De la nieve el sol y el vientos
Desafiamos su duro rigor,
Por cumplir nuestra santa promesa
Los heraldos de la abnegación.
Siempre guardo mi respeto y aprecio a mi colega por su desprendimiento e hice la promesa de trabajar con dedicación, entrega y honradez por Huallanca y para Huallanca cuya población también me brindó su cariño y considero a Huallanca como mi segundo pueblo por los años de tranquilidad que viví hasta el año l970 en que partí a Huaráz cambiado de colocación con motivo del terremoto.