EL PROBLEMA DE LA EDUCACION
Luis Antonio Páucar Solís
Luis Antonio Páucar Solís
Siempre que hablamos del problema de la educación y los pobres resultados, nos lamentamos, y casi siempre comentamos, cuando yo estudiaba, y este coro publicitario lo vamos escuchando de generación en generación , será: "que todo tiempo pasado fue mejor “. Veamos algo que viene ocurriendo en Huallanca.
Hoy nuestros estudiantes no saben leer, no comprenden o no interpretan lo que leen, no saben escribir, sin embargo es común comprobar, a nivel local, en las diversas instituciones educativas no hay clases, por aniversario del centro educativo una semana, por el día del maestro, por elecciones, por cumpleaños del profesor, por ensayo de la marcha , y ahora que se viene el aniversario patrio, los ensayos de marcha, se hacen todos los días de 10 a.m hasta la hora de salida, y esta lista para justificar no hacer clases por parte de los profesores puede continuar.
Pero aún reconociendo el problema poco o mejor, nada hemos hecho como padres de familia para poder remediarlo, por el contrario hemos sido los primeros en hacer que esto suceda propiciando los concursos de marcha, de danza, generando una rivalidad entre padres y alumnos de los diferentes centros educativos.
Qué les falta a los maestros; motivación, compromiso, identificación, aspiración, para buscar que sus alumnos sean los mejores. Tenemos que desterrar el uso exagerado del internet, para volver a los libros, revistas artículos periodísticos, diccionarios, atlas, y tanto material interesante que tenemos a la mano; hay que desempolvar los libros y motivar en los alumnos los hábitos de lectura, porque los profesores, al igual que nosotros, somos los responsables del presente y del futuro de nuestro pueblo.
Es hora que asuman su rol de educadores y luchen por una iniciativa más realista, y comencemos por brindarle a nuestros alumnos una educación más competitiva capaz de asumir retos cada vez más altos, porque sino tendremos excelentes danzantes, y muy buenos alumnos en marcha; pero seremos unos mediocres en conocimiento.
Les sugiero, humildemente, compromiso, ayudemos a desarrollar, comprender, y aplicar sus experiencias, para que juntos construyamos el joven del futuro, capaz de reconocer su propia identidad y buscar juntos el reto de una nueva y mejor educación.
Hoy nuestros estudiantes no saben leer, no comprenden o no interpretan lo que leen, no saben escribir, sin embargo es común comprobar, a nivel local, en las diversas instituciones educativas no hay clases, por aniversario del centro educativo una semana, por el día del maestro, por elecciones, por cumpleaños del profesor, por ensayo de la marcha , y ahora que se viene el aniversario patrio, los ensayos de marcha, se hacen todos los días de 10 a.m hasta la hora de salida, y esta lista para justificar no hacer clases por parte de los profesores puede continuar.
Pero aún reconociendo el problema poco o mejor, nada hemos hecho como padres de familia para poder remediarlo, por el contrario hemos sido los primeros en hacer que esto suceda propiciando los concursos de marcha, de danza, generando una rivalidad entre padres y alumnos de los diferentes centros educativos.
Qué les falta a los maestros; motivación, compromiso, identificación, aspiración, para buscar que sus alumnos sean los mejores. Tenemos que desterrar el uso exagerado del internet, para volver a los libros, revistas artículos periodísticos, diccionarios, atlas, y tanto material interesante que tenemos a la mano; hay que desempolvar los libros y motivar en los alumnos los hábitos de lectura, porque los profesores, al igual que nosotros, somos los responsables del presente y del futuro de nuestro pueblo.
Es hora que asuman su rol de educadores y luchen por una iniciativa más realista, y comencemos por brindarle a nuestros alumnos una educación más competitiva capaz de asumir retos cada vez más altos, porque sino tendremos excelentes danzantes, y muy buenos alumnos en marcha; pero seremos unos mediocres en conocimiento.
Les sugiero, humildemente, compromiso, ayudemos a desarrollar, comprender, y aplicar sus experiencias, para que juntos construyamos el joven del futuro, capaz de reconocer su propia identidad y buscar juntos el reto de una nueva y mejor educación.