DESGLACIACIÓN EN LA CORDILLERA HUALLANCA
Noemí Acuña Albornoz
Noemí Acuña Albornoz
La Cordillera Huallanca se ubica entre el punto del abra Cuncush hasta el abra de Yanashallash y Pucarraju, como prolongación de la cordillera Huayhuash, en una extensión, aprox. de 20 km y marca el límite natural de Huallanca con Huasta y Aquia; comprende los nevados y picos elevados de : Puntahuayi, Chaupijanca, El Burro, Cuernunpunta, Chuspi , Yanashallash y Pucarraju.
El fenómeno mundial del calentamiento global y la contaminación ambiental de las mineras viene afectando también a nuestra cordillera. La desglaciación progresiva de sus nevados, como Puntahuayi, Chaupijanca, El Burro, Matash, Chuspi y Yanashallash nos dibuja un paisaje plomizo en donde nuestros antepasados caminaban sobre un manto blanco de nieve que cubría el camino de herradura, por donde trasladaban mercadería hasta Conococha.
El andinista español Antonio Gómez Bohórquez manifiesta en una entrevista a la revista Viajeros que: “en el 2001 vine a la Cordillera Chaupijanca o Huallanca –entre la Cordillera Blanca y Huayhuash- , mi compañero traía mapas de 1972 y por las fotos podíamos observar que el glaciar había retrocedido en más de 50%. Nosotros acampamos en roca y tardamos más de una hora en alcanzar la nieve mientras que la expedición italiana -a la que pertenecían las imágenes que teníamos en las manos- acampó en la nieve. Ese fue su Campamento 2 y para nosotros fue el Campamento Base”.
Esto es preocupante porque paulatinamente vamos perdiendo nuestros atractivos paisajísticos y la gran reserva natural de nuestras lagunas y ríos. Los pobladores no podemos estar de espectadores pasivos ante el inminente problema ecológico. Es hora de tomar conciencia y proyectar acciones en defensa del medio ambiente, de los recursos naturales y del hombre andino.
El fenómeno mundial del calentamiento global y la contaminación ambiental de las mineras viene afectando también a nuestra cordillera. La desglaciación progresiva de sus nevados, como Puntahuayi, Chaupijanca, El Burro, Matash, Chuspi y Yanashallash nos dibuja un paisaje plomizo en donde nuestros antepasados caminaban sobre un manto blanco de nieve que cubría el camino de herradura, por donde trasladaban mercadería hasta Conococha.
El andinista español Antonio Gómez Bohórquez manifiesta en una entrevista a la revista Viajeros que: “en el 2001 vine a la Cordillera Chaupijanca o Huallanca –entre la Cordillera Blanca y Huayhuash- , mi compañero traía mapas de 1972 y por las fotos podíamos observar que el glaciar había retrocedido en más de 50%. Nosotros acampamos en roca y tardamos más de una hora en alcanzar la nieve mientras que la expedición italiana -a la que pertenecían las imágenes que teníamos en las manos- acampó en la nieve. Ese fue su Campamento 2 y para nosotros fue el Campamento Base”.
Esto es preocupante porque paulatinamente vamos perdiendo nuestros atractivos paisajísticos y la gran reserva natural de nuestras lagunas y ríos. Los pobladores no podemos estar de espectadores pasivos ante el inminente problema ecológico. Es hora de tomar conciencia y proyectar acciones en defensa del medio ambiente, de los recursos naturales y del hombre andino.