viernes, 8 de diciembre de 2023

Costumbres:

DON RÉGULO Y SUS GUAGUAS

Omar Llanos Espinoza

La vida en el campo, en medio de la soledad, muchas veces los campesinos se encariñan con los animales de su entorno, que es su sustento y mejor compañía; convirtiéndose en los seres más queridos que reemplaza a la propia familia. Experiencias de las estancias, punas y chacras, con sus personajes muy singulares y vivencias del hombre andino, del Perú profundo; muy diferente al de la ciudad.

GUAGUAS CON NOMBRE PROPIO

Don Régulo fue ganadero de Huallanca, a mediados del Siglo XX, era un hombre encariñado con la crianza de caballos, tenía más de cien acémilas, entre mansos y chúcaros en la Estancia de Chiuruco, al pie del nevado Chaupijanca. Los equinos tenían nombres sugestivos, como: “Huichiaramay” (sílbame), “Entra si puedes”, ”Soy solo”, “Ni por oro”, etc. A los animales los trataba como si fuera sus hijos, “guaguas” o crías.

ENTRE CHÚCAROS Y MANSOS

Hasta los 6 ó 7 años de edad los caballos no eran amanzados; las yeguarizas (hembras) se multiplicaban sin mayor control como animales chúcaros o silvestres. Cuando tenían que ponerle carga don Régulo cuidaba que no lleve mucho peso, tenía compasión a sus “guaguas”.

AL LLAMADO DEL AMO

Tanto era la costumbre de llamar por su nombre a cada uno de sus crías que, entre ellos se entendían. Cierta vez en Higueras (Huánuco), en uno de los potreros de pasto, donde se reunían varias decenas de caballos procedentes de diversos pueblos, siempre había la dificultad de separar de los demás animales. Entonces don Régulo llamaba a cada uno por su nombre o simplemente daba un silbido característico, y todos sus caballos paraban las orejas y se movilizaban rápido, separándose solos de los demás al ver a su amo, y luego seguían rumbo a Huallanca.

GRADO DE DOMESTICACION

Este hecho era una demostración de su constante relación entre hombre y animal; un grado avanzado de domesticación. Tal dedicación tenía sus orígenes o causas peculiares: Don Régulo era un hombre solo, sin residencia fija, ni pasto o cancha conocida. Dueño y animal eran trotamundos.

NO SEAS REGULO

 Don Régulo, casi a finales de su vida, tuvo una pareja llamada Hipola, “tal para cual”; ambos de poco gastar, tacaños, tenían una gran fortuna en los caballos, pero ni siquiera los vendían. En Huallanca los nombres de Régulo e Hipola, por un tiempo fue símbolo de poco gastar, hasta se hacían bromas en el pueblo, para determinar tales actos, como: “No seas Régulo” (no seas tacaño).

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Omarlle2020@gmail.com