domingo, 14 de marzo de 2021

Yo opino:

Segunda ola de este virus.

Rolando Húbner Marcos Picón

Llegamos al año de caminar en la inseguridad, el temor y la desconfianza, el domingo 15 de marzo del 2020 el gobierno de Martin Vizcarra decretó una cuarentena general en el país; así como el cierre de sus fronteras durante un lapso de 15 días para combatir la pandemia; hasta ese momento nuevo y desconocido virus.

Han pasado 12 meses y aquí seguimos, un año muy difícil para todos, donde hemos visto partir a seres cada vez más cercanos, grandes amigos, familiares, compañeros de trabajo y conocidos que, este maldito virus se ha llevado sin despedidas ni ceremonias y es buen momento para reflexionar sobre dónde estamos y hacia dónde vamos. 

Esperamos un sinceramiento de parte de nuestras autoridades, del alcalde, del Centro de Salud de ¿Cuántos casos confirmados de covid 19 tenemos en Huallanca? ¿Cuántos casos graves? ¿Cuántos recuperados? ¿Cuántos especialistas tenemos? ¿Hay medicamentos para combatir este virus?

El virus microscópico que cambió nuestras vidas sigue entre nosotros, entonces vuelvo a escribir; porque la amenaza sigue, aunque las medidas se hayan flexibilizado, el relajo, la irresponsabilidad y hasta la incredulidad, nos va pasar facturas muy altas. Podemos ver luces y sombras en este porvenir distinto donde hemos aprendido a vivir de otra manera, de ser y estar, confinados, aunque también la pandemia ha sacado nuestras peores miserias; ha profundizado las grietas que nos dividen, y nos han alimentado con medias verdades o mentiras y nuestro individualismo se ha hecho mucho más crónicos cada vez, y nuestros políticos se han empeñado en darnos mensajes como sálvese quién pueda.

Estoy escribiendo, con impotencia, triste y hasta molesto, porque me acabo de enterar del fallecimiento de un gran ser humano Pablo Cervantes Huaytán, paisano nuestro, al igual que muchos conocidos que han partido en esta última semana.

La manipulación y el engaño a la población de nuestro país, por parte de dirigentes, políticos, empresarios y candidatos, se ha hecho una práctica habitual; donde las mentiras, calumnias, acusaciones, los aprovechamientos, las medias verdades son como pan del día. En estos momentos de campaña política donde los corredores corren sin interesarles a quién o a quiénes atropellan, lo que viene sucediendo en el país durante la pandemia del coronavirus es realmente escandaloso.

Nuestra crisis sanitaria, la falta de oxígeno, de camas UCI, de especialistas médicos, y la cantidad de muertos diarios, nos confirma que esta guerra la estamos perdiendo, cuando en las puertas de los hospitales hay quienes ruegan, suplican, lloran, por una cama UCI, por un ventilador, o porque les reciban a sus seres queridos, los únicos que no han entendido hasta ahora parece ser nuestra clase política, la lucha política entre el gobierno el congreso, y nuestros candidatos es descarnada; acumulando ambos un rosario de despropósitos y muestras de incompetencia, que todos los días escuchamos y vemos.

Esta pandemia ha puesto en peligro nuestro más grande tesoro, nuestra familia, independientemente de ideologías, partidos políticos, creencias, trayectorias históricas, ambiciones personales, nuestra búsqueda de la cura para esta pandemia debe ser de interés común. Hoy como pueblo tenemos el ofrecimiento de una empresa minera de donar una planta de oxígeno y una ambulancia, debemos de aceptarlo de inmediato porque esta segunda ola está viniendo con fuerza, y tenemos ya gente muy cercana que está enfermando; el tractor agrícola puede esperar.

El problema es que la lista de incoherencias acumuladas, las mentiras, las medias verdades confundidas como libertad de prensa, en esta crisis o guerra sanitaria es tan larga que resulta prácticamente imposible tomarse en serio las medidas, prohibiciones, que se anuncian y las explicaciones que se dan desde el gobierno.

Por otro lado, en Huallanca hace años se inició una feria sabatina que se denominaba feria de productores agropecuarios, hoy se ha convertido en la venta de comida, ropa y otros artículos, con negociantes que vienen de Barranca, Chiquián, Huaraz y La Unión; todo promovido por la Municipalidad de Huallanca, generando el desorden ocasionado por vehículos, el congestionamiento  pone en peligro toda la población. Estamos en una crisis sanitaria, y esta feria debe ser suspendida hasta nuevo aviso o para siempre; como pueblo ya no estamos para  llenar de comerciantes nuestras calles.  

Huallanca debe organizar una feria en otro lugar dándoles a los vendedores todos los servicios básicos, como agua, luz, servicios higiénicos, y puestos cómodos que garanticen al comprador que los productos que va comprar sean de calidad.