Segunda ola de este
virus.
Rolando Húbner Marcos
Picón
Han pasado 12 meses y
aquí seguimos, un año muy difícil para todos, donde hemos visto partir a seres
cada vez más cercanos, grandes amigos, familiares, compañeros de trabajo y
conocidos que, este maldito virus se ha llevado sin despedidas ni ceremonias y
es buen momento para reflexionar sobre dónde estamos y hacia dónde vamos.
Esperamos un
sinceramiento de parte de nuestras autoridades, del alcalde, del Centro de
Salud de ¿Cuántos casos confirmados de covid 19 tenemos en Huallanca? ¿Cuántos
casos graves? ¿Cuántos recuperados? ¿Cuántos especialistas tenemos? ¿Hay
medicamentos para combatir este virus?
El virus microscópico
que cambió nuestras vidas sigue entre nosotros, entonces vuelvo a escribir;
porque la amenaza sigue, aunque las medidas se hayan flexibilizado, el relajo,
la irresponsabilidad y hasta la incredulidad, nos va pasar facturas muy altas.
Podemos ver luces y sombras en este porvenir distinto donde hemos aprendido a
vivir de otra manera, de ser y estar, confinados, aunque también la pandemia ha
sacado nuestras peores miserias; ha profundizado las grietas que nos dividen, y
nos han alimentado con medias verdades o mentiras y nuestro individualismo se
ha hecho mucho más crónicos cada vez, y nuestros políticos se han empeñado en
darnos mensajes como sálvese quién pueda.
Estoy escribiendo, con
impotencia, triste y hasta molesto, porque me acabo de enterar del
fallecimiento de un gran ser humano Pablo Cervantes Huaytán, paisano nuestro, al
igual que muchos conocidos que han partido en esta última semana.
Nuestra crisis
sanitaria, la falta de oxígeno, de camas UCI, de especialistas médicos, y la
cantidad de muertos diarios, nos confirma que esta guerra la estamos perdiendo,
cuando en las puertas de los hospitales hay quienes ruegan, suplican, lloran,
por una cama UCI, por un ventilador, o porque les reciban a sus seres queridos,
los únicos que no han entendido hasta ahora parece ser nuestra clase política, la
lucha política entre el gobierno el congreso, y nuestros candidatos es descarnada;
acumulando ambos un rosario de despropósitos y muestras de incompetencia, que
todos los días escuchamos y vemos.
Esta pandemia ha puesto
en peligro nuestro más grande tesoro, nuestra familia, independientemente de
ideologías, partidos políticos, creencias, trayectorias históricas, ambiciones
personales, nuestra búsqueda de la cura para esta pandemia debe ser de interés
común. Hoy como pueblo tenemos el ofrecimiento de una empresa minera de donar una
planta de oxígeno y una ambulancia, debemos de aceptarlo de inmediato porque
esta segunda ola está viniendo con fuerza, y tenemos ya gente muy cercana que
está enfermando; el tractor agrícola puede esperar.
El problema es que la
lista de incoherencias acumuladas, las mentiras, las medias verdades
confundidas como libertad de prensa, en esta crisis o guerra sanitaria es tan
larga que resulta prácticamente imposible tomarse en serio las medidas,
prohibiciones, que se anuncian y las explicaciones que se dan desde el
gobierno.
Por otro lado, en
Huallanca hace años se inició una feria sabatina que se denominaba feria de
productores agropecuarios, hoy se ha convertido en la venta de comida, ropa y
otros artículos, con negociantes que vienen de Barranca, Chiquián, Huaraz y La Unión;
todo promovido por la Municipalidad de Huallanca, generando el desorden
ocasionado por vehículos, el congestionamiento
pone en peligro toda la población. Estamos en una crisis sanitaria, y
esta feria debe ser suspendida hasta nuevo aviso o para siempre; como pueblo ya
no estamos para llenar de comerciantes
nuestras calles.
Huallanca debe
organizar una feria en otro lugar dándoles a los vendedores todos los servicios
básicos, como agua, luz, servicios higiénicos, y puestos cómodos que garanticen
al comprador que los productos que va comprar sean de calidad.