domingo, 30 de agosto de 2020

Yo opino:

                        Huallanca, mirar más lejos

Rolando Húbner Marcos Picón

¿Un Huallanca próspero?, algunas veces suena a cuento, el culto al asistencialismo, al individualismo, al autoritarismo, el creer que otro lo va hacer o lo tiene que hacer, y el pragmatismo; parece que son las características de qui{enes formamos parte de esta hermosa tierra. 

Decimos así porque por décadas hemos visto que en Huallanca no hay tiempo para el futuro, para el largo plazo, para la planificación, para el desarrollo sostenible, el trabajo articulado con nuestros socios estratégicos, el boom minero: una ilusión, con problemas que vamos arrastrando gobierno tras gobierno, a quién le puede sorprender que tengamos un pueblo tan polarizado, fragmentado y sin compromiso.

En las elecciones Municipales del 2018 elegimos como nuestras autoridades a los integrantes del Partido político Siempre Unidos, representado por el señor Wilmer Cornelio Rojas, quien gano con 1560 votos, el 50.18% de los votos válidos; seguido por el candidato de Somos Perú, Tito Justiniano A. con 937 votos, el 30.14% de votos válidos; en tercer lugar la candidata de Avanza País, la señora Luz Justiniano D. con 340 votos el 10.94% de votos válidos; el restante 8.74% se repartieron entre los tres candidatos, Rio Santa Caudaloso, El Maicito y Unión por el Perú.

Las actuales tensiones, la baja popularidad de nuestras autoridades, el alejamiento de muchos de sus fieles simpatizantes; seguro lleva a preguntarse: ¿Cómo gobernar durante una crisis?. Seguro nuestras autoridades tenían proyectos diferentes al que ha tenido que enfrentar desde que llegaron al poder, empezaron con los desastres naturales, fuimos declarados en emergencia; hoy la pandemia mundial. Algunos creen que no habría tal desencanto si no hubiera crisis sanitaria y económica. Estamos en medio de profundas transformaciones sociales y los problemas que tenemos no se solucionan sólo con ideas, pero tampoco sin ellas. En las próximas semanas seguro seguirá el cargamontón, pero tal vez debería haber además quiénes miren más lejos, digan algo nuevo y diseñen un espacio democráticamente habitable; donde todos podamos reunirnos y diseñar el Huallanca que nos merecemos, con una mirada más larga.

Como ciudadanos nuestra tarea es tener una visión más clara, hacia dónde vamos como pueblo, si queremos configurar sociedades más justas, integradas y democráticas; un proyecto en el que todos podamos inscribir nuestras vidas a mediano y largo plazo sin terminar consumidos, como sucede ahora, en el inmediatismo, la improvisación; para esto no necesitamos buscar en la tribuna aplausos baratos con medias verdades, acusaciones, y noticias falsas que, lo único que han conseguido es dividirnos más, o sumiéndonos en la angustia de no saber qué va pasar al día siguiente.

Nos hemos dormido porque hemos creído que estamos bien porque la gran minería está bien; este es nuestro error, y ésta crisis sanitaria se ha encargado de mostrarnos de la manera más cruda y real la terrible situación sanitaria de muchos años de abandono, donde quiénes nos han dirigido no han podido garantizarnos servicios básicos de calidad; donde las cifras de un crecimiento económico que festejaban en el gobierno central no generaba desarrollo en los pueblos; dicho de otra manera, los indicadores económicos positivos por un lado y extrema pobreza, por el otro, mientras que para algunos chorreaba, para la gran mayoría ni siquiera goteaba.

El reto de la nueva minería es demostrar ahora que la ecuación minería-entorno social-cuidado del medio ambiente es posible, y debe ser el engranaje para traer desarrollo a las zonas donde realizan sus operaciones, necesitamos que se practique una política de transparencia y apertura que involucre a las autoridades, líderes de opinión, instituciones representativas y población en general. Sólo así estaremos hablando de operaciones socialmente aceptables.  

La nueva minería implica, además que las empresas tengan un compromiso real no sólo con la responsabilidad social y el cuidado del medio ambiente, si no con la promoción del desarrollo sostenible.

Tenemos que hacer un esfuerzo colectivo de renovación, tenemos que ser más solidarios y comprometernos con los problemas que aqueja a nuestro pueblo; necesitamos una nueva forma de gobierno, que corrija los defectos anteriores; tenemos que trabajar ideas e ideologías, por planes, y doctrinas que incluyan a todos, porque los proyectos que marginan a media población, serán una torpeza de largo plazo y un espejismo para hacer creer que las cosas están bien hoy; que las construcciones de cemento y arena son obras de desarrollo sostenible, tenemos que estar convencidos que el día que hagamos bien las cosas es cuando aseguramos el futuro y bienestar de nuestra gente.