Elecciones 2018, compromiso de saber elegir
Omar Llanos Espinoza
El domingo 07 de octubre del 2018 se realizarán las elecciones municipales y regionales para renovar alcaldes y regidores, presidentes y consejeros regionales, a nivel nacional. Los candidatos son los principales “actores” que movilizan y dividen a la población en su carrera por ganar más votos; es necesario conocer previamente los tipos de postulantes que aspiran a cargos de gran responsabilidad con el pueblo, porque tenemos el compromiso de saber elegir.
En ésta campaña electoral vemos una variedad de candidatos, como en las anteriores, que se diferencian por sus antecedentes e intereses personales o de grupo; con el mismo discurso trillado en cada campaña, casi todos dicen lo mismo: “Que son los más honrados, que lucharán contra la corrupción, obras sin coimas, gobierno transparente, servir al pueblo, etc., etc....”. Esos mismos que pregonaron y luego llegaron al cargo cometieron lo contrario; ahora tienen varios procesos en la fiscalía anticorrupción, otros ya sentenciados por el poder judicial. Cómo se entiende esto: “ayer flores, hoy día temblores” o gente de personalidad cambiante que es un peligro para la sociedad.
TIPOS DE CANDIDATOS:
1.- Los alcaldes y presidentes regionales actuales que buscan un “sucesor”. A partir de estas elecciones está prohibido la reelección inmediata, por tanto, los actuales están preocupados porque luego podrían ser investigados su gestión; entonces necesitan un “sucesor” para usar como cortina humo de los procesos que hubiera en su contra.
2.- Alcaldes distritales que aspiran llegar a la Provincial. Determinados alcaldes distritales están postulando a la Alcaldía Provincial sin antes haber hecho una evaluación personal si cumplieron o no con su jurisdicción de origen; se atreven postular teniendo juicios o procesos pendientes por haber incurrido en actos dolosos comprobados en agravio de su municipalidad; casos que merecen sentencia con la pena correspondiente, pero el poder judicial es lenta y ambivalente que siempre favorece al acusado.
3.- Los “eternos” candidatos que no miden sus capacidades y posibilidades, pero siguen en el intento por el afán de figuración, retornan al pueblo para seguir probando suerte, pero la población conoce a estos personajes; aunque algunos ya se retiraron luego de varios intentos.
4.-“Nuevos candidatos”. Algunos pueden merecer su oportunidad por su buena intención de servir a su pueblo, pero son muy pocos. Hay más de los otros que; siempre son anónimos o indiferentes a la problemática local; dónde estuvieron en los momentos más difíciles para defender al pueblo, cuándo han participado en asambleas públicas manifestando sus opiniones; no son dirigentes ni representan a nada; no tienen trayectoria ni currículum que mostrar, no conocen los problemas de su pueblo; no tienen capacidad ni experiencia en gestión pública; otros que no residen en la jurisdicción, ahora dizque “quieren a su tierra”, sueñan con ser los salvadores de su pueblo.
5.- Los candidatos a la provincial. Visitan cada 4 años a los distritos sólo por el interés de buscar votos, luego se olvidan, inclusive el ganador. En la provincia de Bolognesi, los candidatos están pendientes de los resultados de Huallanca que decide la votación provincial por el mayor volumen electoral; fenómeno que se repite hace más de 20 años.
6. Los candidatos de “vientres de alquiler”. Los candidatos, sin agrupación política definida han tenido que recurrir a Partidos o Movimientos formales sólo para postular e inscribirse; como alquilar algo ajeno para cumplir una formalidad. Hay candidatos que anteriormente estuvieron en agrupación A, hoy están B, mañana será en C, así de simple; lo que se llama “tránsfugas”.
Esta triste realidad se da en todo el Perú porque que las leyes lo permiten y son flexibles. Por un lado prohíben la reelección inmediata de alcaldes y presidentes regionales; por otro lado, el Congreso de la República se opone al proyecto de prohibir la reelección de congresistas.
CANDIDATOS EN CAMPAÑA
Toda esta variopinta de candidatos ahora están activos, participan en toda reunión social o pública, algunos fungen de filántropos y “buena gente”, ofrecen obras por ofrecer; pero de seguro que no conocen el presupuesto de la municipalidad. A última hora elaboran su plan de gobierno o plagian mal de otro, sólo por cumplir para inscribirse; muchos mienten en su hoja de vida: manifiestan lo que no son y ocultan lo que tienen.
Todos aspiran llegar al sillón municipal; simplemente quieren “cambiar su suerte” y “adiós pobreza”, aprovechando los vacíos de la legislación electoral; donde es más fácil llegar a ser alcalde, presidente regional o congresista de la república, que un docente sea nombrado. Así es en este país injusto de aventureros y oportunistas; hecha la ley, hecha la trampa.
Las elecciones municipales y regionales no pueden ser una oportunidad más para los aventureros de la política; el pueblo merece mayor respeto y consideración. Los candidatos deben tener vocación de servicio al pueblo, cualidad ya demostrada durante su trayectoria institucional; sean conocedores de la realidad socio-económica de su jurisdicción.
El hecho de aspirar a un cargo público por elección popular, no es simplemente la voluntad y el entusiasmo de servir a los demás; requiere tener capacidad de liderazgo y convocatoria, y de conocimiento sobre administración gerencial; porque la municipalidad es una gran empresa pública, algo muy especial, que se diferencia del sector privado.
Es tiempo que los electores, antes de emitir su voto, conozca a los candidatos, no se deje convencer por sus discursos floridos de sueños imposibles, de dádivas o regalos de última hora. Al candidato se le conoce por su trayectoria institucional como dirigente o asociado, por su vocación de servicio demostrado, por su experiencia y capacidad en gestión pública, que conozca la realidad socio económica de su jurisdicción. Los líderes no se improvisan en la víspera de elecciones, no pueden saltar del anonimato rápidamente así sean profesionales; los líderes se hacen desde muy jóvenes, un proceso largo, desde las aulas, en el barrio, en el trabajo, en la comunidad; demostrando iniciativa, conocimiento y vocación de servicio. Un alcalde significa ser líder que tiene la gran responsabilidad de conducir los destinos de su pueblo.
En las próximas elecciones 2018 el pueblo sabrá elegir a sus representantes más idóneos, no es un simple cumplimiento legal; pensemos en el futuro del distrito, de la provincia y la región. Si elegimos mal, nosotros mismos seremos los culpables de lo que ocurra luego. Tenemos el compromiso de elegir bien, prohibido equivocarse.
