Presupuesto,
ni participativo ni transparente
Rolando Húbner Marcos
Picón
El Presupuesto Participativo es un instrumento de gestión pública donde la sociedad civil organizada y la municipalidad de manera concertada, priorizan la inversión de los recursos públicos. En Huallanca, cada año discutimos y votamos por el destino del presupuesto anual para que puedan ser materializados en proyectos y obras de desarrollo, en proyectos
de inversión para mejorar la calidad de vida de todos los huallanquinos; así asegurarnos,
una inversión eficiente de nuestros recursos.
El poco interés de la ciudadanía,
la poca información, hace que las reuniones para el presupuesto participativo
se frenen, y con esto la oportunidad para identificar las demandas y
necesidades más urgentes que tiene la población, las prácticas poco
democráticas de quienes dirigen nuestro pueblo, truncan el diálogo y el
entendimiento, ahuyentan a quienes tienen la voluntad de participar en la
discusión y priorización de los proyectos de desarrollo; haciendo que de las reuniones del presupuesto no sean ni participativas ni
transparentes.
El presupuesto participativo, no
está cumpliendo sus objetivos, como la mayor participación, compromiso,
concertación entre los vecinos, la participación de la sociedad civil
organizada, los empresarios y la municipalidad, parece que nuestras autoridades
tuvieran temor de dialogar, rendir cuentas del avance o retroceso del
presupuesto participativo del año anterior, para poder priorizar las demandas
más urgentes que tienen los vecinos, las
comunidades y luego ejecutarlo en forma eficiente, cumpliendo los plazos,
respetando la calidad de los productos.
El presupuesto participativo se
está convirtiendo en una formalidad, para cumplir con la ley, con dos o tres
reuniones improvisadas, con un grupo minoritario de participantes, nuestra
responsabilidad es hacer que nuestras autoridades tengan la voluntad y el
compromiso para hacer realidad las obras y proyectos que se priorizan, romper
las rutinas burocráticas, dejar las prácticas corruptas, del clientelismo y
rendir cuentas de cuanto se avanza.
Pero cómo hacemos un presupuesto
participativo si no tenemos un plan de desarrollo concertado difundido y
aceptado; si lo tenemos muy pocos lo conocen o está guardado adornando alguna biblioteca,
llenándose de polvo. Cómo discutimos el presupuesto, si no tenemos una visión
clara de lo que queremos ser como pueblo, en el mediano o largo plazo. Cómo
hacer el presupuesto participativo si no tenemos proyectos, necesidades ni
obras priorizadas; sino como explicamos la construcción de ruedos taurinos en
las diferentes comunidades, mientras la población no tiene hasta ahora cubierta
sus necesidades básicas.
Cómo discutimos el presupuesto
participativos si nuestras autoridades no rinden cuentas de su gestión pese a
que la ley les obliga ( el lunes 30 de abril venció el plazo para que los
titulares de las entidades públicas presenten su informe de rendición de
cuentas del periodo anual 2017¿nuestras autoridades lo han hecho?). Cóomo
hacemos un presupuesto participativo cuando la gran mayoría de la población no
logra organizarse, no se renueva nuestros representantes, porque siempre son
las mismas caras en estas reuniones, y no llevan la voz de sus vecinos sino van
por intereses propios, otra de nuestras falencias podemos ver en instituciones
que tienen poco tiempo de vida, con estas condiciones el presupuesto pasa de
ser una herramienta de gestión democrática a ser un formalismo nada
transparente.
Hemos dejado de lado la
diversificación productiva, la innovación el crecimiento de pequeñas empresas,
el desarrollo de actividades alternativas a la actividad extractiva.
Tenemos que establecer una visión
de pueblo que queremos, elaborar el plan de desarrollo concertado aprobado y
aceptado por todos quienes somos partes de esta hermosa tierra, definir
nuestras fortalezas y debilidades, buscar estrategias, priorizar, sentarnos a
la mesa y ahora si conversar nuestro presupuesto participativo, corregir
errores que siempre se presentan en el camino.
No se trata de repetir las viejas
fórmulas de antes que no han dado resultados, que no fueron útiles, necesitamos
autoridades que gobiernen de la mano con su pueblo, no de autoritarios, ni
fascistas, ni tecnocráticos, con la estructura actual nos están demostrando que
como pueblo no vamos a ninguna parte,