Elecciones: Tarea de los nuevos líderes
Rolando Húbner Marcos Picón
En este nuevo escenario electoral que se avecina vale pues tomar la frase de Simón Bolívar pronunciada hace más de 190 años: “Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía”.
Las próximas elecciones Municipales será el 7 de octubre, con siete candidatos que aspiran llegar a dirigir los destinos del distrito de Huallanca; ninguno aparece con una hegemonía o favoritismo claro ni goza de la simpatía de la mayoría de la población. La campaña electoral se encuentra dormida, nuestros líderes son mudos, sordos y ciegos ante los problemas y hechos que acontecen a diario en el pueblo.
Nada es más nocivo para los pueblos y la democracia que, nos acostumbremos a una relación de dependencia a una sola persona, a un solo grupo; porque ellos se consideran indispensables, se creen dueños del pueblo, y parece que nosotros nos estamos acostumbrando a obedecerles, en silencio y callados; sólo así podemos entender la indiferencia ante los graves problemas que como pueblo nos aqueja.
En sociedades abiertas o en una democracias verdadera, se tiene que dar la alternancia de poderes, porque el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente; entonces en manos de ustedes está señores líderes, candidatos a la alcaldía, demostrarnos que si es posible cambiar de rumbo, que no necesitamos depender de un solo grupo para trabajar por el desarrollo de nuestro pueblo, y el bienestar de su gente.
Si la oposición conformada hoy por seis listas de candidatos a la alcaldía de Huallanca no logra avanzar y rápidamente convencernos que son la mejor alternativa que el pueblo estaba esperando; pero siguen mostrándose timoratos, si no quieren dar sus opiniones sobre los desafíos, desaciertos y debilidades de nuestras actuales autoridades; estamos seguros y convencidos que el único actor dentro de la cancha en esta campaña electoral va a ser el candidato del actual régimen: autoritario, cada vez más autocrático, pero el único actor en la cancha.
En un pueblo donde no se dan acuerdos, cuando se gobierna sólo para un grupo de fieles seguidores, cuando se genera clientelismo, donde no se discuten ni se priorizan obras, donde no hay consenso; está el grave problema que genera corrupción, y un delirio nada santo del querer perpetuarse en el poder.
Se tiene que trabajar para que el impacto negativo que produce la corrupción en las instituciones, en la justicia, la salud, la mitigación de la pobreza, la desigualdad, la impunidad y la violencia terminen; porque desde donde lo miren, como lo analicen, está comprobado que la corrupción ha sido la piedra en el zapato para que nuestros pueblos no avancen.