martes, 22 de mayo de 2018

Yo opino:


Lo nuevo de la política
Rolando Húbner Marcos Picón

Los ciclos que cada cuatro años se repiten en nuestro pueblo vuelve una vez más; parece inevitable las opiniones por cada uno de nuestros posibles candidatos, y ellos por su parte también hacen sus sumas y restas; aunque casi siempre las encuestas de opinión han fallado, el ambiente político en Huallanca parece rezagado, nuestros candidatos se están guardando o es que acaso están fuera de forma.

Las campañas de promesas y juramentos se están lidiando más en las comunidades, con modelos distintos, con intereses y contextos también, con discursos que van variando de acuerdo al público que los escucha.

Algo que notamos en la política local es la presencia de muchos candidatos jóvenes y nuevos; el descontento es palpable, el desencanto, los engaños, la falta de compromiso por resolver los problemas sociales; seguro han sido motivos más que suficientes para que muchos de ellos intenten convencernos que son ellos los líderes que este pueblo estaba buscando; ojala sea así.

Los deseos y sueños si se pueden hacer realidad, no es fácil, necesita de soñadores; de hombres y mujeres convencidos que si es posible, de tercos como una mula, de idealistas, de aquellos que están dispuestos a sacrificarse, de hombres como los que se abrieron paso en el cañón de “Huajtahuaru” o en “Quitacalzón”; de los que se atrevieron a retar a la naturaleza y extraer la riqueza de sus entrañas; de los que creyeron que se podía hacer ganadería en las zonas más frías; de aquellos que creyeron que sí era posible ser los mejores; hombres con corazón de acero.

La historia de los pueblos no está escrito, la escriben y reescriben los hombres y mujeres, con sus sueños, sus esperanzas, sus ideales, sus voluntades y esfuerzos; tremenda responsabilidad que llevamos sobre nuestros hombros, escribir la historia para que nuestras futuras generaciones nos juzguen.

Esperamos que quiénes hoy asumen el reto en la carrera política, sean capaces de arrebatarles, las acciones cívicas de respeto, a gente inescrupulosa, con ansias de poder, o a profesionales sin principios ni ética que se pretende perpetuar en el poder. Que nos muestren el buen concepto de la política,  el arte de servir al pueblo, caracterizado por la solidaridad, la decencia, el altruismo, el respeto, y sobre todo, revalorar el buen nombre de la tierra huallanquina.

No podemos seguir como pueblos sensatos, como espectadores silenciosos, viviendo en la incredulidad y sumidos en una apatía colectiva; donde a nadie o a muy pocos parece importarles qué pasara mañana, en medio de la congoja, el desaliento, la tristeza y el desánimo.

Es preciso que esta nueva generación de políticos, de hombres y mujeres buenos, formen partidos con ideologías nuevas, con sueños nuevos, creo que llegó el momento de terminar con los lamentos, de vivir defraudados por esperanzas insatisfechas y sueños truncos.

Vamos a votar por soluciones, por programas concretos y racionales,  por proyectos y obras concretas y realizables claro está entonces que no necesitan ofrecernos mucho sino algo que está a nuestro alrededor.