El tiempo es
oro
Rolando Húbner
Marcos Picón
Dice el viejo refrán “el tiempo
es oro”. Continuamente hemos ido postergando el desarrollo de Huallanca, y esto
nos deja una mala sensación: la inestabilidad política que se está dando en
nuestro municipio; las denuncias por presuntos actos de corrupción, gastos mal
utilizados, oportunidades perdidas, obras mal ejecutadas, nos reflejan el costo
inmenso que tienen que afrontar nuestras futuras generaciones por este tiempo
perdido.
Nuestras autoridades, ni nosotros como sociedad hemos sido capaces de sentarnos a reflexionar por el costo inmenso que tenemos que pagar por el tiempo perdido; donde nuestros dirigentes políticos nos están mostrando una vez más que, ellos no tiene un plan o un programa de desarrollo integral para nuestro pueblo, con gastos mal utilizados, en obras que no sirven a nadie, mal ejecutadas, y una vez más, tenemos que decir, otra vez nos equivocamos.
Nuestras autoridades, ni nosotros como sociedad hemos sido capaces de sentarnos a reflexionar por el costo inmenso que tenemos que pagar por el tiempo perdido; donde nuestros dirigentes políticos nos están mostrando una vez más que, ellos no tiene un plan o un programa de desarrollo integral para nuestro pueblo, con gastos mal utilizados, en obras que no sirven a nadie, mal ejecutadas, y una vez más, tenemos que decir, otra vez nos equivocamos.
No podemos mantenernos callados y
alguien tiene que decirlo; nuestros líderes políticos prefieren orientar la
inversión pública a algo que sea noticioso, populista; todo esto haciendo sus
propios cálculos políticos, sus sumas y restas de cuánto ganan ellos en sus
intenciones reeleccionistas, y muy poco les importa orientar nuestras
inversiones a los más elementales servicios de bienestar o servicios básicos;
en otras palabras, estamos orientado nuestros recursos a lo efímero, a lo
momentáneo, al corto plazo, en lugar de buscar lo trascendente, lo duradero, lo
imprescindible.
Cómo nos explicamos entonces que, pueblos
vecinos, muchos de ellos con presupuestos menores al nuestro vienen, ejecutando
obras mucho más grandes y sostenibles, como hospitales cuyo costo alcanza los
63 299 811 soles (el hospital de Llata), colegios, sistemas de agua potable
etc. O es que nosotros estamos sólo para observar el progreso de nuestros
vecinos.
No podemos seguir contando que
estamos triste o que aún queda el recuerdo de las oportunidades perdidas;
épocas donde pudimos haber crecido todos y no lo hicimos. El boom minero no
benefició a todos, y desperdiciamos los millones provenientes del canon en
gastos superfluos, porque nunca antes en nuestra historia habíamos tenido
tantos recursos, y quienes nos dirigieron no supieron qué hacer y lo
desperdiciaron, y cuando escucho decir que cuatro años no son suficientes para
encaminarnos al desarrollo, creo que mientras no cambiemos de óptica, mientras
no hayamos hecho un plan de desarrollo concertado del pueblo que queremos, con
la participación de todos y estemos comprometidos así a donde vamos, seguiremos
sumidos en muchos problemas que nos aquejan hoy como individuos o como
sociedad.