domingo, 10 de mayo de 2015

Saludo:

DIA DE LA MADRE
Rolando Húbner Marcos Picón
Se inició el mes de mayo con las  celebraciones por el Día del Ttrabajo, de la lucha continua de los trabajadores por conseguir sus derechos. En Huallanca como es costumbre continuamos las celebraciones con el Día de las Cruces que se iniciaron con la víspera el dos de mayo y el día central el 3 de mayo; muchas capillas se vieron abarrotadas de devotos, como es el caso en Huamantanga, Sheglla, en el barrio de la Toma, y en muchas otras comunidades como Llacuash; desde estas páginas un abrazo fraterno a cada uno de ellos
.
Pero este domingo 10 de mayo celebramos el Día de la Madre. Y con mucho respeto dedico esta pequeña tribuna como un merecido reconocimiento, a la fuente de vidas, el eje fundamental del mundo, a la mujer que tiene mucho de divino. Mi homenaje es a la mujer más especial y maravillosa que cualquier ser humano puede haber conocido; ella que nos llenó de amor y ternura, de intelecto y sabiduría, los mejores momentos son  junto a ella; desde el detalle más pequeño, hasta las palabras de aliento ante una decisión difícil.

En este momento no encuentro palabras para expresar la tormenta de ideas que en torno a ella tengo en mi mente, pero lo suave de su voz, la calidez de su piel, sus ojos tan sinceros, que en más de un momento me enseñaron a quedarme quieto, o a dar el paso decisivo. Mi homenaje es a ti madre, mi gran tesoro, a ti que estas llena de  bondad y amor; por ti somos y seremos hombres con dignidad, amor, pasión y éxitos.

Para ti que siempre estas a nuestro lado, protegiéndonos, educándonos, aconsejándonos, encaminándonos por el buen camino, dándonos fortaleza, para afrontar los avatares tropiezos y problemas propios de esta sociedad opaca, perversa e hipócrita, carente de valores esenciales como el respeto el amor hacia los demás, la tolerancia, la comprensión especialmente a nuestros mayores. Por todo esto y mucho más agradezco todo lo que hiciste por mis hermanos y por mí sin exigir nada a cambio.

Para ti que escuchas, con paciencia, las quejas, los llantos, y hasta los reproches, en esta nuestra sociedad donde, todos tratan de hablar alto para que los escuchen, o muchas veces terminan gritando, tu lo haces con suavidad, para llegar a los corazones, de los demás por eso eres querida, respetada, admirada, por tu prudencia porque siempre estás en cualquier momento y lugar. Para todas las madres del mundo un abrazo fraterno, una infinidad de besos  y que Dios las bendiga.