lunes, 7 de julio de 2014

Opinión:

Fiesta democrática
Rolando Húbner Marcos Picón

La fiesta democrática, las elecciones Municipales y Regionales, o el arte de opinar  asistiendo a los locales de votación, programada para el mes de octubre próximo, será una fiesta exclusiva y cerrada para quiénes buscan llegar al poder; pero para el pueblo será una obligación porque hemos perdido nuestro compromiso; somos indiferentes a los problemas de nuestro pueblo, los candidatos no nos gustan y asistimos a las urnas a elegir al menos malo; y evitamos que gane el peor.

En estas elecciones los huallanquinos vamos a proponernos que nuestro voto sea realmente útil, nuestro derecho ciudadano debe ser bien usado vamos a estas elecciones a elegir a los mejores, s a los mejores, para que guíen a nuestro pueblo, camino al desarrollo y al bienestar de nuestra gente; no seamos mediocres, no vayamos a elegir al menos malo, al desconocido, a al muy conocido por sus actos nada sanos. Basta de equivocaciones, estos últimos años muy graves, de parte de nosotros, guiados por las propagandas, las sonrisas bonitas y por las mentiras de quiénes nos siguen prometiendo ilusiones tan falsas e inalcanzables como el de la futura provincia de Huallanca.

Olvidémonos de las frases bonitas, de las promesas vacías, y exijamos a nuestros candidatos a la región y a la alcaldía de nuestro distrito, propuesta serias, viables, sustentables y sostenibles en el tiempo, el “si se puede” que no sea sólo una frase de los que manejan las campañas electorales si se puede ganar las elecciones, pero no se puede cumplir con tantos compromisos que se firman en las comunidades campesinas y con el pueblo, no se puede cumplir con el aluvión de promesas que se hacen en busca de un voto. O acaso ¿los huallanquinos iremos a las urnas a apostar a favor del menos malo y para evitar que gane el peor?.

Todos los sondeos hechos en las calles nos muestran una bajísima credibilidad que tiene cada uno de los candidatos, decimos así porque la gran cantidad de personas con las que hemos tenido la oportunidad de conversar no creen en las promesas de los candidatos y se muestran frustrados, apáticos y escépticos con lo que dicen y hacen nuestras posibles autoridades.

Se percibe entonces que los huallanquinos no iremos a las urnas porque alguno de los candidatos nos han convencido y encontramos viable sus propuestas, sino por obligación para evitar la multa, o simplemente para apostar a favor del menos malo o evitar que gane el peor. Cambiemos la historia y votemos por convicción que nuestro voto sea útil, un voto para el futuro; para el Huallanca mejor con que aún soñamos muchos.

Lamentablemente todo eso no será posible porque nuestra mediocre clase política no se ha interesado en construir proyectos ideológicos y programáticos con planes y proyectos que convenzan y entusiasmen al común del electorado, sino que se han contentado con el clientelismo político, el mercado electoral basado en propagandas vacías, frases bonitas e intrascendentes, sumándole a esto las campañas sucias contra personas que nada tienen que ver en esta carrera donde se empezó a correr a toda máquina.