Fiesta democrática
Rolando Húbner Marcos Picón
La fiesta democrática, las elecciones
Municipales y Regionales, o el arte de opinar asistiendo a los locales de
votación, programada para el mes de octubre próximo, será una fiesta exclusiva
y cerrada para quiénes buscan llegar al poder; pero para el pueblo será una
obligación porque hemos perdido nuestro compromiso; somos indiferentes a los
problemas de nuestro pueblo, los candidatos no nos gustan y asistimos a las
urnas a elegir al menos malo; y evitamos que gane el peor.
En estas elecciones los huallanquinos
vamos a proponernos que nuestro voto sea realmente útil, nuestro derecho
ciudadano debe ser bien usado vamos a estas elecciones a elegir a los mejores,
s a los mejores, para que guíen a nuestro pueblo, camino al desarrollo y al
bienestar de nuestra gente; no seamos mediocres, no vayamos a elegir al menos
malo, al desconocido, a al muy conocido por sus actos nada sanos. Basta de
equivocaciones, estos últimos años muy graves, de parte de nosotros, guiados
por las propagandas, las sonrisas bonitas y por las mentiras de quiénes nos
siguen prometiendo ilusiones tan falsas e inalcanzables como el de la futura provincia de Huallanca.
Todos los sondeos hechos en las calles
nos muestran una bajísima credibilidad que tiene cada uno de los candidatos, decimos
así porque la gran cantidad de personas con las que hemos tenido la oportunidad
de conversar no creen en las promesas de los candidatos y se muestran
frustrados, apáticos y escépticos con lo que dicen y hacen nuestras posibles
autoridades.
Olvidémonos de las frases bonitas, de las promesas vacías, y exijamos a nuestros candidatos a la región y a la alcaldía de nuestro distrito, propuesta serias, viables, sustentables y sostenibles en el tiempo, el “si se puede” que no sea sólo una frase de los que manejan las campañas electorales si se puede ganar las elecciones, pero no se puede cumplir con tantos compromisos que se firman en las comunidades campesinas y con el pueblo, no se puede cumplir con el aluvión de promesas que se hacen en busca de un voto. O acaso ¿los huallanquinos iremos a las urnas a apostar a favor del menos malo y para evitar que gane el peor?.
Se percibe entonces que los
huallanquinos no iremos a las urnas porque alguno de los candidatos nos han
convencido y encontramos viable sus propuestas, sino por obligación para evitar
la multa, o simplemente para apostar a favor del menos malo o evitar que gane
el peor. Cambiemos la historia y votemos por convicción que nuestro voto sea
útil, un voto para el futuro; para el Huallanca mejor con que aún soñamos
muchos.
Lamentablemente todo eso no será posible
porque nuestra mediocre clase política no se ha interesado en construir
proyectos ideológicos y programáticos con planes y proyectos que convenzan y
entusiasmen al común del electorado, sino que se han contentado con el
clientelismo político, el mercado electoral basado en propagandas vacías,
frases bonitas e intrascendentes, sumándole a esto las campañas sucias contra
personas que nada tienen que ver en esta carrera donde se empezó a correr a
toda máquina.