ANIVERSARIO DEL SINDICATO MINERO DE
HUANZALÁ
El 14 de noviembre de 1969 se formó el
Sindicato de Trabajadores Mineros de Santa Luisa de Huanzalá. Al conmemorar
el 53° aniversario de su fundación saludamos
a todos los trabajadores y sus
dirigentes, no podemos olvidar a los ex trabajadores y ex dirigentes que lucharon por la conquista y vigencia de sus
derechos laborales y el bienestar de la
familia.
La formación del Sindicato de
Trabajadores Mineros-obreros-de Huanzalá (Huallanca) fue una etapa muy difícil
y de gran sacrificio de sus promotores, ante la negativa y oposición reiterada
de los ejecutivos de la Cía. Minera Santa Luisa S.A. que no quería reconocer el
derecho de sus trabajadores: la libertad de organización y asociación. La
presión e insistencia de los mineros dio
sus frutos, al final, la empresa aceptó
la formación del sindicato. Hechos que
sucedieron hace más de cinco décadas, es parte de la historia del sindicato;
acciones que relata un ex trabajador,
que en esa época fue uno de los promotores de la lucha gremial.
LOS INICIOS DEL SINDICATO DE OBREROS DE HUANZALA
Arnulfo Martel Barbeito
En las operaciones de la Mina Huanzalá,
desde sus inicios, fue necesaria la presencia de trabajadores, como elemento
principal en el proceso de explotación y tratamiento de minerales. A 1968 ya
había cerca de un millar de trabajadores, muchos procedentes de diversos
departamentos, en especial del sur del país. Esta afluencia de trabajadores con
su familia era un problema para la empresa porque no había previsto el efecto socio-económico
y laboral.
DESCONTENTO DE TRABAJADORES
Entre los trabajadores se notaba el
descontento por los bajos salarios, inseguridad
y poca atención a sus familiares en campamentos incómodos; pero poco
podían hacer porque no había un sindicato, una organización que los integre y
defienda. Los trabajadores de mina interior dan la idea de formar un sindicato
de obreros, que luego motiva a las demás secciones; de conversaciones privadas,
reuniones clandestinas en los socavones, talleres y en los campamentos; muchas
veces con el riesgo de ser despedidos.
NEGATIVA DE LA PATRONAL
La empresa ya estaba enterada de las
intenciones de los obreros de formar su gremio, porque había espías (soplones)
dentro de los mismos trabajadores. En ese entonces el jefe de personal era
Jacinto Gómez, procedente de Arequipa, con experiencia en manejo de recursos
humanos, quién se ocupaba de perseguir, despedir y disolver cualquier reunión.
Podemos recordar a algunos que tenían ideas sindicalistas y promotores, como:
César Livia, Martín Quispe, Alberto Maldonado Carhuavilca y Arnulfo Martel;
este último despedido por esa causa, y luego retorna al trabajo a petición del
gerente.
OBREROS PERSISTEN
Hicieron varios intentos para formar el
sindicato, pero la empresa optaba por despedir de inmediato a los promotores.
En esa etapa llegaron dirigentes de la Federación Regional de Mineros del
Centro (Pasco-Junín), con la intención de apoyar en la formación del sindicato de Huanzalá,
pero el fin era otro, de aprovechar económicamente a los trabajadores y a la
empresa, entre ellos un tal Toropoco. Los de Huanzalá le confiaron los
documentos de actas de fundación y padrón
del sindicato, se llevaron a Huánuco para gestionar, y nunca más
retornaron; aducían que la empresa les quitó los documentos o fueron sobornados.
HORAS DE LUCHA
El 14 de noviembre de 1969, es una fecha
memorable para la historia del Sindicato de Obreros de Huanzalá, porque a ese
día a las 4.00 p.m. se reunieron los trabajadores y las amas de casa, en la
carretera de acceso (entre la Parada y el local antiguo del sindicato). Cuando
están en plena reunión tratando sobre la formación del sindicato, a eso de las
5.30 p.m. llegó una camioneta de La Unión, con dos policías, más una persona de
civil. De inmediato los trabajadores rodearon
el vehículo y a sus ocupantes; ellos manifestaron que venían a solicitud
de la empresa para prestarles garantías, y la persona de civil era el
Subprefecto de la Provincia de Dos de Mayo (Ricardo Santisteban); a quien lo sacaron
a la fuerza del carro.
Luego de tanta discusión y amenazas, los
promotores y la autoridad política acuerdan dirigirse a las oficinas de la
empresa (Hotel A) para tratar con el gerente de la mina Teiji Yoneda, donde la
delegación fue recibida, pero en las afueras
y en el cerro había cientos de trabajadores que exigían a la empresa la libertad de formar su
sindicato y el aumento de salarios.
EMPRESA ACEPTA FORMAR SINDICATO Y
AUMENTO DE SALARIOS
Los representantes de los obreros
plantean al gerente que les deje formar su sindicato porque las leyes lo
amparan, y también piden el aumento de
salarios. Luego de tanta discusión y oposición de la empresa, cerca de
la medianoche, el gerente Yoneda, muy temeroso y entre lágrimas, acepta voluntariamente dos puntos:
1° Dejar en libertad la formación del
sindicato de obreros; sin hostilizaciones ni despidos. 2°Aumentar los salarios en 15 soles más a su
jornal diario.
Firmando al final el acta
correspondiente. Los trabajadores celebraron tal logro con vivas, hurras y aplausos. Todo esto fue posible gracias a
la acción decidida de los trabajadores, de las amas de casa con sus hijos. Esa
fecha del 14 de noviembre de 1969 es considerada como el día de fundación del
sindicato, porque fue un día de lucha que no podemos olvidar.
PRIMEROS DIRIGENTES
En los días siguientes se realizaron las reuniones normales del
sindicato, y eligieron la primera junta directiva,
como primer Secretario General: Lorenzo Jorge Ulloa; en los meses y años
siguientes se sucedieron en el cargo: Vito Blas Gómez, Arnulfo Martel Barbeito,
Rolando Alarcón Moya, David Llanos Picón, etc.
El Sindicato fue reconocido oficialmente
el 26 de enero de 1970, por R
esolución Divisional N° 09 DOSM, del Ministerio de
Trabajo. El primer Pliego de Reclamos presentan en 1970, logrando un aumento de
30 soles, pero el Ministerio de Trabajo desconoció por influencia de la empresa.
Ese año también realizan el primer paro de obreros.
En 1973, la empresa ascendió a 32 obreros a la categoría de
empelados, especialmente a aquellos que encabezaban el sindicato de obreros, fue
maniobra de la empresa porque no convenía a sus intereses.
GRAN ENSEÑANZA DE LUCHA
La formación
del sindicato en Huanzalá-1969- fue
una gran experiencia de lucha y
sacrificio, de amenazas, despidos y detenciones a los promotores; luego de
varios intentos logran su objetivo de contar un instrumento de lucha sindical. El gremio que se mantiene hasta hoy, siempre
en la defensa de los trabajadores mineros.
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