Elecciones municipales 2022
Rolando Húbner Marcos Picón
Los huallanquinos estamos orgullosos de
nuestro pueblo, de nuestra diversidad, de nuestra cultura. Nos emocionamos
cuando escuchamos la música de los negritos, nos alegramos cuando vamos a algún
festival taurino, nos sentimos orgullosos de la calidad de nuestros quesos, de
las riquezas mineras ocultas en nuestros cerros, de la hermosura de nuestros
paisajes, cerros, nevados, ríos, y cielo serrano de belleza sin igual. Sin
embargo, cuando se trata de elegir a nuestras autoridades, poco nos preocupa lo
que proponen cada uno de nuestros candidatos. Y después escuchamos la frase
trillada, “estamos peor” “que mala suerte tiene Huallanca” nuestro orgullo se
reduce y como siempre nos resignamos a elegir al mal menor o simplemente a lo
que hay ¿Hasta cuándo nos vamos a conformar con lo poco? ¿Hasta cuándo vamos a
elegir lo que queda? ¿Cuándo vamos a despertar como ciudadanos y nos vamos a
sentar a leer lo que nos propone cada uno de los candidatos? ¿Qué nos queda? En esta columna me atrevo a proponer algunos
temas sobre lo que deberían contestar nuestros próximos candidatos.
En este menú variopinto de nuestra política
local ya vamos contando 8 posibles corredores, tenemos candidatos para todos
los gustos, o candidatos que no gusta a nadie; desde primerizos en política,
los que ya fueron autoridad y no dieron la talla, hasta los que prueban suerte. La pregunta
sería ¿Por qué la sociedad huallanquina no ha sido capaz de ofrecer al mercado
electoral una persona que despierte simpatía, confianza, y convoque a todos
trabajar juntos?
En nuestro sistema
político donde nuestros candidatos no son militantes, representantes o
dirigentes de los partidos políticos con los cuales se presenta en estas
elecciones, es cuando hablamos de cascarones o vientres de alquiler, alquiladas
o prestadas para la ocasión, para hacer realidad la ambición de un mini
caudillo de turno, porque no es raro encontrarlos a nuestros candidatos
cambiándose de camiseta en cada elección y los ciudadanos tenemos que elegir
entre 8 o 9 candidatos donde ninguno nos brinda confianza o la certeza de
cambio y después de las elecciones desaparecen o hacen silencio cómplice de los
problemas que como pueblo llevamos años arrastrando..
En esta carrera de
largo aliento hay números que destacan, el número de corredores, pero lo que
sobresale es el porcentaje de electores que no saben por quién votar o que
siente que ninguna de las posibles opciones que se presentan hasta el momento
les gusta, porque más de ocho candidatos generan dudas y parecen una oferta
excesiva y riesgosa, generando más fraccionamiento, polarización y un consenso
casi imposible.
La presencia del Covid-19 nos ha mostrado de la forma más cruda y real las necesidades de nuestro
pueblo, nos ha mostrado nuestras falencias en cosas tan básicas como la salud,
agua y sistemas básicos de atención de primeros auxilios. La campaña electoral
ya comenzó y hasta ahora lo poco que hemos escuchado han sido mensajes fríos y
sin contenido, muchas de estos ya lo hemos escuchado en anteriores campañas. Hoy
quisiéramos escuchar propuestas más sinceras, francas, transparentes y realistas,
que nuestras diferencias sean vistas como una oportunidad, como parte de
nuestra riqueza y una fortaleza para trabajar el Huallanca que nos merecemos.
Exigimos saber cómo
piensan nuestros candidatos alcanzar cada uno de los objetivos que tienen en
mente, nos merecemos candidatos que conozcan nuestro pueblo y sus necesidades,
no queremos gurús, sabe lo todos, ni inventores, tenemos que acabar con los
autonombrados como los designados a dirigir los destinos de nuestro pueblo, y
lo único que han hecho ha sido mantenernos en el retraso, pagando favores de
campaña, no necesitamos de frases bonitas, maravillosas y rebuscadas;
necesitamos de acciones concretas, que involucre a todos.
Esta nueva elección nos
invita a hacer grandes reflexiones a largo plazo, para que nuestras próximas
autoridades sepan lo que van hacer en los próximos cuatro años. Todos deseamos
una verdadera fiesta democrática, al menos en su aspecto formal, escuchar
propuestas viables, como ciudadanos estamos para escucharlos y escoger la propuesta
viable a mediano y largo plazo y para terminar llamar a la sensatez, llamar a
la participación a gente nueva, con nuevos proyectos, con nuevas ideas, de
crear una saludable alternancia política y prevenir que los dramas históricos y
los errores se repitan.
No quiero seguir
pensando en salud sin agua potable o comunidades sin derechos, no quiero ver el
crecimiento desordenado del Huallanca urbano, convenios con las empresas que no
se firman, y si se firma no se cumplen, ya no quiero ver más reuniones
estériles, con comisiones que solo funcionan el día que los eligieron.
Quisiera, esta vez, elegir con la convicción de que voy por la mejor opción
para mi pueblo, y no simplemente resignarme a evitar que gane el peor.