Rolando Húbner Marcos Picón
Esta pandemia nos hace reflexionar sobre muchas cosas: el silencio, el encierro, que estos días no sean precisamente de tranquilidad, el miedo a poder contagiarnos y contagiar a los demás, está presente a cada momento y estamos evitando en lo posible el salir a las calles. En estas épocas difíciles siempre va haber personas que van a seguir en lo mismo de intentar ganar dinero, sacar provecho de la necesidad de la gente y subir precios; nos referimos a las farmacias, bodegas, empresas de transporte, entre otros.
Este momento de pandemia debe servir para ver cuán profunda son nuestras desigualdades y la polarización de nuestro pueblo; estamos en una crisis total, y quiénes aprovechan este momento nos han dicho ¡Sálvese quien pueda! Nos olvidamos de la frase que repetimos tanto “tierra rica, hermosa y generosa”; ojalá no salgamos más polarizados de esta pandemia.
Nos preguntamos; ahora quién nos regala el tiempo, la calma, la palabra precisa; quien borra de nuestra mente ahora, el saber que vivimos en un país de autoridades corruptas, la podredumbre moral de quiénes están encargados de hacer compras de materiales y equipos de salud; quién le quita de la memoria a nuestros hijos que quiénes nos deben cuidar; quiénes manejan los bienes públicos lo hacen con sobreprecio, robando, mintiendo; y lo que más indigna es que a nadie parece preocuparle la exposición permanente de nuestros niños a la apología de la corrupción, que malogra, enferma, seduce, y corrompe la mente de niños y jóvenes. La corrupción ese mal endémico que ha sido regado en nuestra sociedad debe de preocuparnos, debemos de vigilarlo y exterminarlo. Ósea no es sólo un virus el que tenemos que combatir en el país ahora, sino dos, el covid-19 y la corrupción.
A pesar de que todos estamos propensos a contraer COVID-19, la pandemia está muy lejos de ser igual para todos, las condiciones dependen de muchos factores tanto económicos como sociales; éste desastre nos muestra especialmente la parte indecorosa de la desigualdad. Son momentos ahora de la unión de la solidaridad, de buscar empatía de sumar y tratar de retener la propagación de este virus en pueblos tan desprotegidos como el nuestro.
El tema del comercio ambulatorio en Huallanca, nos preocupa porque son puntos de contagio al igual que en el banco y el agente de banco que hay en la plaza de armas; tenemos que prohibir el comercio ambulatorio, la gran cantidad de camiones de frutas y verduras que ahora se estacionan a vender sus productos en los alrededores del mercado son focos infeccioso, no sabemos de dónde vienen, no hay pruebas rápidas, estos señores no hacen cuarentena llegan y se ponen a vender ¿son inmunes? necesitamos con urgencia hacer prueba de campo a los vendedores del mercado, terminemos con la organización de ferias, promovidas desde la misma Municipalidad , la conglomeración de gran cantidad de gente. Resulta curioso ahora que, muchos de los que tienen sus puestos en el mercado están en las calle vendiendo; la prevención es fundamental para tratar ésta pandemia.
Existe una deuda social que, nuestras autoridades o quiénes dirigieron los destinos de nuestro pueblo en su momento nos tendrán que dar cuenta, la falta de infraestructura sanitaria, el olvido, la polarización, el individualismo, la falta de empatía de nuestro vecinos por rencores políticos, donde lo que se suma casi siempre da cero, nos muestra hoy nuestras falencia, debilidades y oportunidades perdidas. Podemos cambiar si el cariño por esta tierra es verdadero, entonces que este primero.
No es momento de quejarnos, de hablar de elefantes blancos de obras inútiles o disparatadas, ni de la remodelación continua de nuestra plaza de armas; son momentos críticos y tenemos que sincerar nuestras cifras de contagio, cuándo se van hacer las pruebas rápidas, hemos tenido cuatro caso según lo indicó el alcalde, pero en el MINSA sólo figuran tres.
Se nota que ha habido un esfuerzo de las autoridades municipales, de la Policía, del serenazgo, de la sociedad civil en su conjunto, para contener ésta pandemia; porque no se sabe de ningún otro caso más, pero también es cierto que no se están realizando pruebas a nadie.
Para mitigar o en lo posible frenar el potencial infeccioso de este virus, es que el gobierno central ha tomado medidas como el distanciamiento social, el aislamiento, el uso obligatorio de las mascarillas, etc. Con el anuncio de la Municipalidad de Huallanca de organizar la feria de la “Chacra a la olla” con la participación de productores provinciales y de revendedores venidos de la costa, de la selva, y sin ningún tipo de control sanitario; realmente nos preocupa, porque ya hemos visto como funcionan las feria promovidas por la Municipalidad; en términos generales será una feria de revendedores y muy pocos productores, en estos momentos relajar las medidas sanitarias puede ser peligroso.