Los 50 años de la tragedia de
Huagtahuaro”.
Conocida la noticia del fatal suceso,
los familiares, amigos y parte de la población, al día siguiente, fueron en
búsqueda de los cuerpos de los
fallecidos por ambas márgenes del río pasando La Unión hasta la confluencia con
el río Marañón en Tingo Chico y Quivilla; tarea difícil de rescate que duró varios días de mucho riesgo de rescatar los cuerpos de los seres queridos; se rescató los restos de la mayoría, pero pero fue imposible recuperar los de Callí y Huber porque fueron arrastrados y desaparecidos por la fuerza del caudal del río.
La tragedia generó el
espíritu solidario del pueblo, al perder a un grupo de huallanquinos, al apoyar
en las tareas de rescate, el traslado de sus restos a Huallanca, de apoyar en los velorios y el sepelio en el cementerio municipal; doblan las campanas de la iglesia matriz porque el pueblo está de duelo; con llanto de sus familiares, de la esposa, los hijos,
los padres, hermanos y amigos. ¡Qué dolor, y no poder hacer nada contra la muerte!
Han pasado 50 años, de
aquel trágico accidente, donde se fueron juntos nuestros amigos y familiares.
Es más triste recordar para aquellos que tuvimos la ocasión de conocerlos
personalmente; a pesar de los años transcurridos seguiremos recordándoles con nostalgia y resignación, porque aún la vida continua.
¡Descansen en paz¡
(Omar LLanos Espinoza)