lunes, 13 de enero de 2020

Recuerdos:


 Los 50 años de la tragedia de 

Huagtahuaro”. 
El 10 de enero de 1970 ocurrió un trágico accidente de tránsito en la zona de Huagtahuaro, una camioneta cayó a las aguas del río Vizcarra, donde perdieron la vida 06 huallanquinos. Han pasado 50 años de ese hecho fatal que aún se recuerda, especialmente los familiares, amigos y pobladores.

Una camioneta pickap-toyota, de una sola cabina, de propiedad de la Cía. Minera Santa Luisa de Huanzalá, partió de La Unión con rumbo a Huallanca-Huanzalá, en horas de la noche, antes de ingresar al cañón de Huagtahuaro, repentinamente la camioneta se precipitó a las turbulentas aguas del río Vizcarra, conjuntamente con sus 06 pasajeros, cuyos cuerpos fueron arrastrados por las caudalosas aguas. Entre los desaparecidos estuvieron, el conductor del vehículo Segundino Cervantes Guerreros, el sanitario Manuel Picón Llanos, los hermanos Carlos Callín y Celso Barrenechea Reyes, Nemesio Espinoza Rubina y su hijo Huber Espinoza Picón.

Conocida la noticia del fatal suceso, los familiares, amigos y parte de la población, al día siguiente, fueron en búsqueda  de los cuerpos de los fallecidos por ambas márgenes del río pasando La Unión hasta la confluencia con el río Marañón en Tingo Chico y Quivilla; tarea difícil de rescate que duró varios días de mucho riesgo de rescatar los cuerpos de los seres queridos; se rescató los restos de la mayoría, pero pero fue imposible  recuperar los de Callí y Huber porque fueron arrastrados y desaparecidos por la fuerza del caudal del río. 

La tragedia generó el espíritu solidario del pueblo, al perder a un grupo de huallanquinos, al apoyar en las tareas de rescate, el traslado de sus restos  a Huallanca, de apoyar en los velorios y el sepelio en el cementerio municipal; doblan las campanas de la iglesia matriz porque el pueblo está de duelo; con llanto de sus familiares, de la esposa, los hijos, los padres, hermanos y amigos. ¡Qué dolor, y no poder hacer nada contra la muerte!

Han pasado 50 años, de aquel trágico accidente, donde se fueron juntos nuestros amigos y familiares. Es más triste recordar para aquellos que  tuvimos la ocasión de conocerlos personalmente; a pesar de los años transcurridos seguiremos recordándoles con nostalgia y resignación, porque aún la vida continua.

¡Descansen en paz¡


(Omar LLanos Espinoza)