lunes, 30 de diciembre de 2019

Yo opino:

Saludos eternos
Rolando Húbner Marcos Picón

Llegó a su fin el 25 de diciembre, día de felicitaciones abrazos y buenos deseos, llega la noche y con ella la nostalgia por los que no están, por a quienes a través del teléfono le das los buenos deseos, vuelve el silencio y Huallanca parece que regresara a su realidad; ya todos se fueron a dormir después de una noche llena de festejos, son apenas las nueve y treinta de la noche.

Hoy desde tempranas horas de la mañana salimos todos a las calles a esperar la presentación de las tres cuadrillas de negritos, la espera fue larga, a las once de la mañana recién hizo su ingreso por las principales calles de nuestra ciudad una de las cuadrillas, mostrando elegancia, pausa y buen ritmo, con pantalones blancos y cotón; bonita cuadrilla, donde destacó la belleza de la mujer huallanquina representada por la Malliquita. Al sonido de la música de los tres tiempos parecía que las pilas se me recargaban y quise volver a bailar como en aquellos tiempos que nostalgia verdad.

En el descanso de la cuadrilla otro golpe; cada vez son menos los amigos y amigas, ya no están los chistosos, los prosistas, algunos se fueron, migraron; hay una nueva generación con quienes nos damos sólo un saludo furtivo, un abrazo desconfiado y un nos vemos después, se perdieron nuestros vínculos, los abrazos cariñosos, prolongados los que parecían eternos ya no están, se perdieron en el camino de la vida y parece que ni los intereses ni nuestras creencias son ya comunes.

Los años y las sendas escogidas guían en direcciones diferentes, nos sentimos extraños en nuestra propia tierra, algunos dicen que “todo tiempo pasado fue mejor” yo no creo, aún con la nostalgia creo que podemos volver a confundirnos en abrazos eternos, en saludos de amor y buenos deseos: Tenemos que enseñarle a nuestros jóvenes que somos hermanos, que somos amigos, que nos gusta los mismos platos, que bailamos la misma danza, y sobre todo que tenemos intereses en común, queremos a nuestra tierra y no podemos dejar que nuestros sueños se rompan.

¿Cuándo nos hicimos desconocidos? ¿cuándo torcimos el rumbo de pueblo solidario?. Los que partieron siempre regresan en busca de esos pequeños detalles de pueblo, donde eras querido, donde todo se compartía, donde los saludos eran fraternos, van volver a alegrar sus almas a cargar baterías, van a volver como las oscuras golondrinas, con el vuelo más lento, como lo predecía el poeta Gustavo Adolfo Bécquer y después continuarán con su rutina, con la lucha, fuera del lugar amado, vuelven a buscar lo que ya no es, ni volverá, entonces es cuando miras atrás y vez que el tiempo ha avanzado, que los años han pasado y con dos lágrimas en los ojos puedes decir que ya estoy madurito, y estoy camino a volverme viejo, ¿será eso? Pero mientras tanto seguiré repitiendo ese coro conocido, prosa, prosa, prosa...! y terminare con ¡esto es Huallanca carajo!
Un abrazo.