Nuestro
saludo al:
SINDICATO DE TRABAJADORES MINEROS DE SANTA LUISA DE HUANZALA
50°
Aniversario de fundación:
1969 - 14 de
noviembre – 2019
Como
un homenaje al Sindicato por sus Bodas Oro transcribimos un artículo
interesante publicado en la Revista EL MINERO N° 01 del Sindicato de
Trabajadores Mineros de Santa Luisa de Huanzalá (2016)
LOS INICIOS DEL SINDICATO DE OBREROS DE HUANZALA
La formación del
Sindicato de Trabajadores Mineros (obreros) de Huanzalá fue una etapa muy
difícil y de gran sacrificio de sus promotores, ante la negativa y oposición
reiterada de los ejecutivos de la Cía. Minera Santa Luisa S.A. que no quería
reconocer el derecho de sus trabajadores; la libertad de organización y
asociación. La presión e insistencia de los mineros dio sus frutos, porque al final la empresa aceptó la formación del sindicato. Hechos que sucedieron hace varias décadas, como parte de
la historia de lucha de los obreros; acciones
que relata un ex trabajador que, en
esa época fue uno de los promotores de la lucha gremial.
Arnulfo
Martel Barbeito.
Las primeras acciones
En
las operaciones mineras en Huanzalá, desde sus inicios, fue necesaria la
presencia de trabajadores, como elemento principal en el proceso de explotación
y tratamiento de minerales. A 1968 ya
había cerca de un millar de trabajadores, muchos procedentes de diversos
departamentos, en especial del sur del país. Esta afluencia de trabajadores con
sus familias era un problema para la empresa
porque no había previsto el efecto socio-económico, laboral y de bienestar
familiar.
Entre
los trabajadores se notaba el descontento por los bajos salarios, la
inseguridad y la poca atención a sus
familiares en campamentos incómodos; pero poco podían hacer porque no había un
sindicato, una organización que los integre y defienda. Los trabajadores de
mina interior dan la idea de formar un
sindicato de obreros, que luego motiva a las demás secciones.; de
conversaciones privadas, reuniones clandestinas en los socavones, talleres y en
los campamentos; muchas veces con el riesgo de ser despedidos.
La
empresa ya estaba enterada de las intenciones de los obreros de formar su
gremio, porque había espías (soplones) dentro de los mismos trabajadores. En
ese entonces estaba de Jefe de Personal,
Jacinto Gómez, procedente de Arequipa, con experiencia en manejo de personal,
quién se ocupaba de perseguir, despedir y disolver cualquier reunión. Podemos
recordar a algunos que tenían ideas sindicalistas y promotores, como: César Livia, Martín Quispe, Alberto
Maldonado Carhuavilca y Arnulfo Martel; este último despedido por esa causa, y
luego, retorna al trabajo a petición del gerente.
Hicieron
varios intentos para formar el sindicato, pero la empresa optaba por despedir
de inmediato a los promotores. En esa etapa llegaron dirigentes de la
Federación Regional de Mineros del Centro (Pasco-Junín), con la intención de
apoyar en la formación del sindicato de
Huanzalá, pero el fin era otro, de aprovechar económicamente a los trabajadores
y a la empresa, entre ellos un tal Toropoco. Los de Huanzalá le confiaron los
documentos de actas de fundación y padrón
del sindicato, se llevaron a Huánuco para gestionar, y nunca más
retornaron; se decía que la empresa les
quitó los documentos o le sobornaron.
Los sacrificios dan su fruto
El
14 de noviembre de 1969, es una fecha memorable para la historia del Sindicato
de Obreros de Huanzalá, porque ese día a
las 4.00 p.m. se reunieron los trabajadores y las amas de casa, en la carretera
de acceso (entre la Parada y el local antiguo del sindicato); cuando están en
plena reunión tratando sobre la formación del sindicato; a eso de las 5.30 p.m.
llegó una camioneta de La Unión, con dos policías, más una persona de civil. De
inmediato los trabajadores rodearon el
vehículo y a sus ocupantes; ellos manifestaron que venían a solicitud de la
empresa para prestarles garantías, y la persona de civil era el Subprefecto de
la Provincia de Dos de Mayo (Ricardo Santisteban); a quien lo sacaron a la
fuerza del carro.
Luego
de tanta discusión y amenazas, los promotores y la autoridad política acuerdan
dirigirse a las Oficinas de la empresa (Hotel A) para tratar con el Gerente
Teiji Yoneda, donde la delegación fue recibida, pero en las afueras y en el cerro había cientos de trabajadores
que exigían a la empresa la libertad de
formar su sindicato y el aumento de salarios.
Los
representantes de los obreros plantean al gerente que le deje formar su
sindicato porque las leyes lo amparan, y también piden el aumento de salarios. Luego de tanta discusión y
oposición de la empresa, cerca de la medianoche; el gerente Yoneda, muy
temeroso y entre lágrimas, acepta
voluntariamente dos puntos:
1°
Dejar en libertad la formación del sindicato de obreros; sin hostilizaciones ni
despidos.
2°Aumentar
los salarios en 15 soles más a su jornal diario.
Firmando
al final el acta correspondiente. Los trabajadores celebraron tal logro con
vivas, hurras y aplausos. Todo esto fue
posible gracias a la acción decidida de los trabajadores, de las amas de casa
con sus hijos. Esa fecha del 14 de
noviembre de 1969 es considerada como el día de fundación del sindicato, porque
fue un día de lucha que no podemos olvidar.
Los primeros dirigentes
En
los días siguientes se realizaron las
reuniones normales del sindicato, y eligieron la primera Junta Directiva, como Secretario General: Lorenzo
Jorge Ulloa; en los meses y años siguientes se sucedieron en el cargo: Vito
Blas Gómez, Arnulfo Martel Barbeito, Rolando Alarcón Moya, David Llanos Picón,
etc.
El
Sindicato fue reconocido oficialmente el 26 de enero de 1970, por Resolución
Divisional N° 09 DOSM, del Ministerio de Trabajo. El primer Pliego de Reclamos se
presentó en 1970, logrando un aumento de 30 soles, pero el Ministerio de
Trabajo desconoció por influencia de la empresa- Ese año también se realizó el
primer paro de obreros.
-En
1973, la empresa ascendió a 32 obreros a
la categoría de empleados, especialmente a aquellos que encabezaban el
sindicato de obreros, que no le convenía a la patronal.