lunes, 3 de septiembre de 2018

Yo opino:

Un llamado a la cordura
Rolando Húbner Marcos Picón

Escribo desde el calor de la campaña electoral, donde muchos están confundiendo, campaña electoral democrática, con insultos y calumnias: ¡No debemos permitirlo!

Basta ya de sembrar odio, acusando a los candidatos que están participando en ésta, que debe ser una fiesta electoral, donde la razón, el cariño, y las mejores propuestas triunfen para que gane Huallanca. Vamos todos a unirnos; no estoy planteando una candidatura única o que nos juntemos alrededor de algún candidato;  deberíamos unirnos para entre todos devolverle la dignidad, el buen nombre, la credibilidad, la importancia, el respeto que nos merecemos los ciudadanos huallanquinos;  porque si no lo hacemos, gane quien gane estas elecciones va encontrar un pueblo polarizado, fracturado, resentido y todos vamos a perder.

La audiencia quiere escuchar propuestas, todos sabemos que Huallanca es un pueblo cosmopolita, y esta competencia electoral por los votos de los ciudadanos no se deben dar sembrando odio, resentimiento ni mucho menos buscando dividirnos como sociedad.

En este campeonato político, espero que quien gane sea quien más argumentos tiene, no quienes se creen los  bravos, los que  insultan, o los que  calumnian, desde las tribunas o más allá del campo de juego, porque no es lo que apasionadamente crean; sino lo razonable y lo que se puede argumentar con ideas.

Los apasionamientos políticos nos desvían de nuestros sueños, nos aleja de nuestras convicciones, nos separa como vecinos, paisanos, o como hermanos que somos. Porque nos gana lo superficial, la sin razón, los odios infundados, sembrado muchas veces por intereses mezquinos y mercantilistas; por promesas que muchas veces resultan falsas, y cuando nuevamente volvemos a nuestra rutina  nos damos cuenta que no era necesario tanto odio.

Por eso lo que realmente queremos es que gane quien gane, nos respetemos unos a otros como amigos,  hermanos,  vecinos, porque nos seguiremos viendo día a día, y seguiremos compartiendo nuestros sueños, ver a nuestro pueblos rumbo al desarrollo que, estos últimos años se nos ha mostrado esquivo.

Dejemos el apasionamiento político, y busquemos la razón, escuchemos las propuestas de cada uno de nuestros candidatos; vamos a dialogar con argumentos, para acabar con esos ánimos violentos que, lo único que hacen es dividirnos; vamos unirnos para acabar con la corrupción, para eliminar el tráfico de influencias, para que las oportunidades sean para todos. 

La política debe ser vista como vocación de servicio, y las campañas políticas no pueden ser una guerra donde todo vale por alcanzar el poder; eso envilece, crea odio, ensucia las elecciones, y lo peor aleja a líderes decentes, limpios y con valores; porque todo se convierte en una ola de insultos, calumnias, y difamaciones. Eso es lo que quieren quienes buscan sus intereses personales y nunca el bienestar común; no dejemos que esto suceda somos paisanos, somos hermanos, y en el día a día nos volveremos a reencontrar.