En el tramo final de la campaña electoral
Rolando Húbner
Marcos Picón
Llegamos al tramo final de la
carrera rumbo al sillón municipal de Huallanca; de los seis candidatos: cuatro corredores con mayores posibilidades de
ganar corriendo a toda máquina y dos que vienen trotando: los primeros vienen
movilizando toda sus fuerzas, estrategias y métodos, muchos de ellos
antidemocráticos; en esta recta final de la carrera todo vale, y el final es de
pronóstico reservado.
La carrera final nos muestra un derroche de recursos, una lluvia de propuestas, promesas, anuncios, carteles, descalificaciones, acusaciones de uno y otro lado, rumores, intrigas, regalos de cajitas de fósforo, lapiceros, almanaques; y el saludo amable de quiénes están en carrera; nuestras calles cubierta de propaganda política; las visitas a las comunidades con caravanas de vehículos de todos los modelos. Nos muestran que ésta carrera ya está al final, y quién gane lo hará por muy poco, sacando lengua y casi sin aliento, como también tenemos corredores que esperan que esto ya termine.
La carrera final nos muestra un derroche de recursos, una lluvia de propuestas, promesas, anuncios, carteles, descalificaciones, acusaciones de uno y otro lado, rumores, intrigas, regalos de cajitas de fósforo, lapiceros, almanaques; y el saludo amable de quiénes están en carrera; nuestras calles cubierta de propaganda política; las visitas a las comunidades con caravanas de vehículos de todos los modelos. Nos muestran que ésta carrera ya está al final, y quién gane lo hará por muy poco, sacando lengua y casi sin aliento, como también tenemos corredores que esperan que esto ya termine.
Mientras en nuestras calles los altoparlantes
con hermosos huaynitos como música de
fondo, un locutor nos anuncia los atributos que tiene su candidato y las
posibles obras que realizarán si son beneficiados con los votos del pueblo, escuchamos: “…un huallanquino que conoce tus costumbres...”, “…canales de riego
para las comunidades…”, “… con humildad al servicio de mi pueblo…”, “…por el
desarrollo de las comunidades…”, “…paneles solares en todas las comunidades…” ,
“… obras sin corrupción…”, etc. ,etc.
La sociedad huallanquina actual
se caracteriza por ser muy voluble y proclive de pasar con gran facilidad de la
adulación a la rechifla, del halago a la acusación y a la intriga; un día puede
estar como simpatizante de un partido, mañana ya no; lamentablemente esto se debe a que la población ha
perdido confianza en sus políticos, no
simpatiza, o porque como sociedad individualista estamos buscando nuestro
bienestar personal, y en el mercado electoral todo está en oferta con atributos,
algunos falsos, otros verdaderos.
Ha cambiado la demanda política
porque tenemos gran cantidad de electores jóvenes, de electores foráneos que
han llegado en busca de trabajo, electores que no confían en los
candidatos, críticos, exigentes; también
está cambiando la forma de hacer política, hay ofertas y liderazgos nuevos.
Esperamos que esto sirva para
reducir las brechas emocionales y construir puentes entre dirigentes y
dirigidos, para involucrar a los jóvenes en la política, generar confianza con
prácticas morales y éticas, para lograr enamorar, ilusionar y soñar con que éste
pueblo vuelva a ser la tierra rica, hermosa y generosa.
Hoy el poder está en nuestras
manos, escuchar a todos los candidatos sus propuestas compromisos, y escoger la
mejor opción que represente. La transparencia, la honestidad, el compromiso, y
el amor por nuestra patria chica; sólo así tendremos a los representantes
ediles que necesitamos para cambiar de rumbo, y nuestra visión sea un pueblo próspero
y con oportunidades para todos.