domingo, 10 de noviembre de 2013

Yo opino:

Nosotros perdimos
Rolando Húbner Marcos Picón
Decía Jorge Basadre, uno de los más grandes y honestos historiadores, “El Perú es el país de las oportunidades perdidas”, frase muchas veces repetidas en Huallanca por todos aquellos que soñamos con pueblo mejor y con mayores oportunidades para todos.

A pesar de este constante recordatorio, parece que como pueblo, como sociedad aún no hemos aprendido de nuestros errores, y estamos perdiendo alegremente las oportunidades de desarrollo propuestas por la Presidencia del Consejo de Ministros representado por el Dr. José Luis Alvares Ramos de la Oficina de Dialogo Institucional, compromisos o promesas como son:
- Promover la conformación de una Mesa de Desarrollo para Huallanca, con la participación de seis Ministros.
- 17 millones de soles para el mejoramiento de las redes de agua y desagüe que están por colapsar.
- La autorización para el funcionamiento del Instituto Superior Tecnológico de Huallanca, cuya infraestructura esta lista desde la gestión municipal anterior y nos costó más de tres millones de soles.
- Promover una Mesa de Dálogo con las cuatro empresas mineras que laboran en nuestro medio (Milpo, Santa Luisa, Antamina, Nyrstar- Pucarraju), con quienes nuestras autoridades hasta hoy no han podido firmar un Convenio Marco de Desarrollo, y han dejado que el tiempo pase con reuniones prolongadas y estériles que de nada sirvieron.
- Financiar cinco o seis proyectos de gran envergadura para el desarrollo de Huallanca.

Todo estas ofertas a cambio de permitirles que los trabajos de electrificación para los 186 pueblos de Huánuco se reinicien, dicho por los mismos que, si no aceptamos estas propuestas, los trabajos continuarán con la intervención de las fuerzas del orden,  y no se cumpliría nada de lo ofrecido.

En estos momentos es cuando tenemos que entender la democracia como un sistema que nos permite limitar el poder de nuestros gobernantes y exigirles cuentas; supone por lo tanto, una cultura de transparencia y dialogo racional, un sistema donde está permitido tener una opinión distinta al de la mayoría, y no veo la necesidad que este proyecto concluya por la fuerza teniendo otra gran oportunidad de dialogar, desarrollar a nuestro pueblo, sin necesidad de heroísmos infundados y sin poner a nuestro pueblo en peligro o en conflicto con nuestros propios hermanos del departamento de Huánuco.

Ojalá nuestras autoridades y nuestros principales líderes puedan recapacitar y no se convierta esto en una oportunidad perdida, más allá de las discrepancias que podamos tener creo que si nos mantenemos en nuestra posición hoy sí perdimos.

El fondo del asunto es que en el ejercicio de sus derechos algunos líderes ponen trabas al desarrollo sustentados más que nada, en si no lo hago yo, que no lo haga nadie.
Hay que decirles a los huallanquinos la verdad aunque  no sea popular, amable, ni simpático; ojalá pudiéramos frenar la violencia entre hermanos.