Antamina,… hasta cuándo
Por: Rolando Húbner Marcos Picón
El 18 de agosto del 2011, en una reunión llevada a cabo en el Centro Cívico de Huallanca, los directivos de la minera Antamina, entre ellos, Pablo de la Flor (vicepresidente de asuntos corporativos), Antonio Cornejo (gerente de relaciones comunitarias), Jaime Gálvez (gerente del Fondo Minero) Gustavo Cabrera y Raúl Farfán (delegados del Fondo Minero), así como los representantes por Huallanca, encabezados por el Alcalde, principales autoridades, dirigente vecinales y pueblo en general; asistimos a lo que sería un triunfo para Huallanca el reconocimiento como zona de influencia directa de Antamina al igual que San Marcos y Huarmey.
Antamina |
Han pasado un año con siete meses, ahora la pregunta es ¿de qué sirve ser zona de influencia?, ¿qué beneficios o que derechos como pueblo hemos ganado?, ¿cuál fue la inversión hecha por el Fondo Minero Antamina a Huallanca como zona de influencia? ¿cuánto de los s/.773.1 millones del programa minero de solidaridad con el pueblo invertido por Antamina le correspondió a Huallanca como zona de influencia directa? ¿hasta cuándo vamos a esperar la firma de un convenio con la minera Antamina?.
Huallanca no sólo debe ser considerada zona de influencia directa de Antamina, sino que debe ser visto como zona de operación minera, ya que en Huallanca se encuentra la sub estación eléctrica Vizcarra de propiedad de la minera que abastece de energía para el funcionamiento y operación de la mina.
Nuestras autoridades hasta hoy no han sido capaces de firmar un convenio de acuerdo a las necesidades de nuestro pueblo y de nuestra gente, como tampoco han sido capaces de informarnos cuánto se ha avanzado. Es lamentablemente que los problemas de nuestro pueblo se discuten en Huaraz o en Lima, con negociaciones estériles o intencionalmente extensas y nada transparentes, donde quienes salen ganando son las empresas, y nosotros seguiremos esperando sentados en silencio al vaivén de una mecedora .
Huallanca |
Después de la firma de un compromiso con la minera quedará aún la duda: si la empresa cumplirá con los convenios; nuestras autoridades serán capaces de exigir se cumplan estos compromisos. Como ya mencionamos, continuará la mecedora, moviéndose de un lado a otro hasta quedarnos dormidos, y cuando despertemos habrán pasado uno o dos años, y los compromisos seguirán encarpetados, en un escritorio o en alguna biblioteca.
Es momento de sacudirnos de esta actitud silenciosa, estática, y de falta de compromiso para con nuestro pueblo; debemos salir al frente a decir; qué vamos hacer para cambiar la situación de nuestro pueblo que parece no tener norte conocido. Nosotros quienes vivimos el día a día en esta tierra tenemos que ser el eje para el desarrollo de nuestro pueblo, y tenemos que empezar sentando bases sólidas que consoliden el desarrollo sostenible del que tanto nos han hablado las empresas mineras.
Si realmente queremos un pueblo más próspero y con bienestar para toda su gente, sino la mecedora continuará moviéndose, y cuando despertemos las empresas mineras ya se estarán retirando, dejándonos solo un montón de problemas.