lunes, 27 de agosto de 2012

Recuerdos de Huallanca :

“PAPASH”
Por: Octavio Durán López  SOB PNP (R)
Durante el tiempo que trabajé en la Octava Comandancia de la Guardia Civil de Huánuco 1964-1970 presté servicios en diferentes Puestos de las Provincias de Dos de Mayo y Huamaliés, teniendo muchas intervenciones, en la captura de abigeos que asolaban especialmente en las zonas ganaderas como Huallanca, Queropalca, Baños, Rondos, Jesús, Pachas, Puños, Singa y otros distritos.
 Por mi juventud, por ser conocedor de la zona y quechua hablante, la Superioridad dispuso que comandase diferentes patrullas para efectuar batidas y capturas por mandato judicial, dichos operativos fueron exitosos gracias al personal de Guardias que me acompañaba. Recuerdo a Carlos Robles Gonzáles, Guillermo Minaya, Mauro Bardón, Elvio Gonzáles, Aponte, León, Ferrer, Mendoza y muchos otros; pero el éxito se debía en especial al Guardia Joaquín Álvarez Mejía, gran conocedor de la zona, muy disciplinado y era un guía especial durante las noches en que nos advertía sobre problemas en los caminos de herradura.

Viene a mi memoria el aviso que nos diera en la zona de Seccha - pampa de Huánuco Viejo-, eran las 3 de la mañana, la noche lóbrega, llovía y no podíamos prender las linternas de mano para no alertar a los delincuentes y Álvarez nos avisa: “El cable del telégrafo está en el suelo, tengan mucho cuidado”; al retornar, ya de día, pudimos constatar que efectivamente el cable estaba en el  piso.
Andachupa (Huallanca)
En otra oportunidad en las alturas de “Andachupa” incursionamos para efectuar la captura de 3 hermanos que eran abigeos, licenciados del ejército, por tanto muy hábiles para evadirse de la persecución policial, ellos estaban solicitados por el Juez Instructor de La Unión. A las 3 de la tarde, nos informan que estos abigeos estaban en la zona de Andachupa, por lo que mi jefe de sector ordena que saliera al mando de una patrulla de cinco efectivos y cuando ya caía la noche decidimos continuar viajando al lugar. Eran las 4 de la mañana, cuando Álvarez había divisado una casa y cuando estuvimos casi a más de 50 metros de ella, me informa: “Mi Cabo, en el corredor de la casa hay un hombre durmiendo y parece que está armado”, ante esta advertencia, tomamos las precauciones del caso y rápidamente incursionamos en la casa y en efecto, uno de los solicitados dormía con una escopeta a su lado y en el interior estaban los otros dos, también armados. En este sorpresivo operativo, logramos reducirlos, sin hacer uso de las armas y entregarlos al poder Judicial.
Después de las correrías y en horas de descanso en los pueblos dábamos serenatas con canciones conocidas y unos versos vienen a mi mente que decían:
Ay cerrito, cerrito Yerupajá
estarás mirando mi querido Baños

 Baños (Lauricocha)
desde tu cima quisiera contemplar
esa hermosura de una bañosina.

Rastrullata borrasquinqui por favor
(mis huellas bórralos por favor))
jircan jircan puringantsicta paisanita
(de los cerros que hemos caminado)
huaray huaranptin huañucupti almallagam
(mañana  cuando me muera mi alma)
huagallarmi purillanga puringantsicta
(llorando va a caminar lo que hemos andado)

Sería largo contar las veces que el Guardia Álvarez nos guió durante las correrías en Dos de Mayo, Huamalíes y las alturas de Ambo; logrando que la fama de la policía se acrecentara entre los pobladores de dichos lugares, los demás colegas le tomaban el pelo y le preguntaban qué cosa comía para ver de noche.
Unos años después, llegó a mis manos la obra “Redoble por Rancas” del escritor Manuel Scorza que en la página 17 detalla:
“- Ya están todos-dijo el abigeo-.
- ¿Cuántos han venido?- Chacón el Nictálope[1], preguntaba por preguntar: sus ojos capaces de descubrir las huellas de una lagartija en la noche, distinguían entre las peñas de “Quencash” los rostros que aguardaban sobre las rocas, sobre el pasto, bajo el hule de la noche”.
El guardia Joaquín ALVAREZ MEJIA más conocido por “PAPASH” tenía el don de distinguir las cosas en la oscuridad, era un nictálope; motivo por el cual fue un magnífico guía y los demás colegas sumamente responsables, con quienes conformamos un equipo excepcional. De ellos guardo gratos recuerdos.                                                                                                 



[1] NICTÁLOPE: “TAPUTUM LUCIDUM” capa especializada junto a la retina que intensifica y refleja los niveles de la luz más bajos y son capaces de ver 10 veces más.