martes, 14 de agosto de 2012

Comentario :

EL PRIMER TORO DE MUERTE
Por: Rolando Hubner Marcos Picón

En julio la fe de los huallanquinos tocó la inmensidad del cielo, nuestras calles quedaron estrechas, la plaza de armas parecía pequeña, con la presencia de gran cantidad de visitantes y de paisanos quienes luego de algún tiempo se dieron cita al pueblo que los viera nacer, para rendirle sus plegarias y gratitud a la mamita del Carmen.

La feria taurina en Huallanca creció de la mano con el compromiso de sus organizadores, los comisarios, y los actos de gratitud y desprendimiento de quienes se animan en forma voluntaria, y con el entusiasmo de la fiesta traer un toro libre de casta o media casta; estos actos dignos de imitar.

Los cambios que se han producido y que seguro se van a ir produciendo, en este mundo cada vez más acelerado, es que vamos a ir perdiendo alguna de nuestras costumbres, de nuestras tradiciones familiares. La pregunta que debemos hacernos es, si es factible retomar nuestras costumbres y cuan beneficioso es que como pueblo mantengamos nuestras tradiciones.

Hemos avanzado en materia taurina, estamos pasando de haber tenido un festival taurino a ser parte de una feria taurina, donde así como reclamamos mejores toros, toros de casta, mejores toreros, tenemos que estar conscientes que los toros van a ser de muerte, El reglamento taurino que teníamos va  cambiar, dejaremos de ver en nuestras plazas a los toreros cómicos, en algún momento seguro a los lazadores, a los aficionados; eso son las consecuencias del avance en materia taurina, los más conservadores dirán nuestras tradiciones, nuestras costumbres, si nos damos cuenta o hacemos un análisis estas, hace tiempo y poco a poquito lo hemos ido cambiando.

El 01 de agosto, en la última tarde de la Feria Taurina 2012, el señor Marco Cárdenas Guiño y familia presentaron en la plaza de toros del Monte Carmelo, al primer toro de muerte, de nombre “El Huallanquino”, ¡Qué  toro!, un hermoso ejemplar que la rompió en la muleta, como lo hacen los grandes toros bravos, y de buena casta por abajo con ritmo, humillando, suave y de larga envestida, un toro con clase y abundancia. Merece una mención especial la actitud de desprendimiento y compromiso para con su pueblo de parte del señor Marco para donarlo y ser ya el pionero en presentar un toro de muerte en la plaza de toros de Huallanca.

En las tribunas, como era de esperar, escuchamos distintas voces del debate, unos a favor, otros en contra. Está el argumento sobre nuestras tradiciones, y como es sabido en Huallanca todos opinamos sobre toros, toreros y lazadores. No obstante al final de esta temporada taurina creo que queda la satisfacción de haber sido partícipes de grandes tardes de toros, acompañado de hermosos capotazos, y vistosos muletazos, y una vez más podemos decir ¡esto es Huallanca! .

Del mismo modo creo que es importante mantener abierto el debate sobre la muerte de los toros. Debate que sin embargo, no debe traducirse en el intercambio de insultos o la falta de respeto a nadie sino en los debates alturados. Es cierto que a veces es difícil y angustiante esperar que nuestra gente vaya cambiando, solo el tiempo y con inteligencia iremos comprendiendo, y avanzando así al siguiente paso del mundo taurino.