CORDILLERA HUALLANCA Y
LA AMENAZA MINERA
Omar Llanos Espinoza
La presencia de las
empresas mineras en la zona de Huallanca (Bolognesi-Ancash) podría significar
para la población un progreso relativo en el aspecto socio-económico, de una
“ilusión minera” pasajera y alienante que
se vive el momento.
La otra realidad, que
pocos se dan cuenta, es la amenaza minera de contaminación y depredación de los
recursos naturales de la Cordillera Huallanca, a vista y paciencia de autoridades y dirigentes campesinos que no
reaccionan frente al daño ecológico que cometen las mineras. Hechos que merecen
una reacción organizada para defender el medio ambiente, la ecología, la vida y
la salud.
CORDILLERA HUALLANCA
La cordillera Huallanca
está ubicada entre la cordillera Blanca y la cordillera Huayhuash, en dirección
noroeste a sureste. Es la cadena de montañas que se inicia en el abra Cuncush y
se extiende 20 km hasta el abra Yanashallash y Pucarraju. Comprende los nevados
y picos elevados de: Huamash, Puntahuayi, Chaupijanca, Taucán, El Burro,
Portachuelo, Cuernunpunta, Tancán (Chuspi), Tanash, Yanashallash y Pucarraju;
marcando el límite natural de Huallanca con los distritos vecinos de, Pacllón,
Huasta y Aquia, en la provincia de Bolognesi-Ancash.
FUENTE DE VIDA
La Cordillera Huallanca
es fuente de agua que da origen al río Pativilca por la vertiente del Pacífico,
y por la vertiente del Atlántico las aguas drenan sus glaciares al río Ishpaj y
Torres son tributarias del Vizcarra y luego desemboca al río Marañón. Es cabecera de cuenca y de sus aguas se
forman 137 lagunas, según el inventario nacional de lagunas de la Unidad de
Glaciología y Recursos Hídricos.
PELIGRO DE EXTINSIÓN
El fenómeno mundial del
calentamiento global y la contaminación ambiental minera viene afectando
también a la cordillera Huallanca, con la desglaciación progresiva de sus
nevados, observando cada vez menos nieve y más zonas plomizas como mudos
testigos que anuncian la tragedia
próxima por las consecuencias de la falta de agua para las poblaciones del
entorno.
En esta parte del Perú
es preocupante lo que viene ocurriendo con las Cordilleras: Blanca, Huallanca,
Huayhuash y Raura, que paulatinamente va perdiendo sus atractivos y la gran
reserva natural en sus lagunas y ríos.
Según informe del
Instituto Nacional de Investigación en Glaciología y Ecosistemas-INAIGEM, al
2023, la cordillera Huallanca ha perdido el 77% de sus glaciares, pronosticando
que en los siguientes 10 años desaparecerán todos sus nevados.
AMENAZA MINERA CONTRA
EL MEDIO AMBIENTE.
En Huallanca existen
proyectos mineros ubicados en el flanco oriental de la Cordillera Huallanca, en
la cabecera de cuenca del río Ishpaj: Proyecto Atalaya (Minera Santa Luisa),
Proyecto Hilarión (Nexa) y Proyecto Azulmina (Nexa). Proyectos que van a
influir en la economía de la población del entorno, pero también son nuevas
amenazas contra el medio ambiente, el peligro de contaminación de nevados,
lagunas, ríos y pastizales. El caso especial del depósito de desechos químicos
(relaves) de Chuspi-Huanzalá (Minera Santa Luisa), a cielo abierto,
contaminando toda la zona ganadera en perjuicio de campesinos y sus animales,
más la laguna muerta de Contaycocha y contaminación de la microcuenca de los
ríos Torres y Vizcarra; afectando a ciudades de Huallanca, La Unión, Pachas y
pueblos aledaños de la cuenca del alto Marañón.
NADIE CONTROLA
Las operaciones mineras
en Huallanca son una amenaza constante contra la integridad de los recursos
naturales, la biodiversidad, el hombre y su entorno. Por lo momento, no hay
presencia del Estado ni de los gobiernos locales y regionales. Es
responsabilidad de los sectores públicos: Energía y Minas (OEFA), Agricultura,
Ambiente (SENACE), Salud, MINCETUR, más el Gobierno Regional de Ancash,
Municipalidad Provincial de Bolognesi, en especial, la Municipalidad de
Huallanca. Estas entidades están encargadas de velar por la integridad física
de los recursos naturales; de hacer cumplir la legislación pertinente, los
convenios suscritos, revisión de convenios de concesión minera, el Estudio de
Impacto Ambiental y otros documentos que avalan las operaciones mineras.
CANJE: DESTRUCCIÓN POR
BENEFICIO PERSONAL.
Algunas empresas
mineras han firmado convenios con la municipalidad de Huallanca y con
determinadas comunidades campesinas y asociaciones de propietarios rurales de
la zona de influencia; pero en la mayoría de los casos, más son los beneficios
de carácter laboral (cupos de trabajo), compensación monetaria, promoción
agropecuaria, apoyo social en educación, salud y la ejecución de pequeñas obras
materiales; poniendo en segundo plano, lo más importante, la preservación del
medio ambiente y la intangibilidad de los recursos naturales.
ACTUACIÓN DE
AUTORIDADES Y DIRIGENTES
Autoridades y
dirigentes comunales de turno, lejos de defender y luchar contra la
contaminación de los nevados, lagunas y ríos, son los primeros en beneficiarse
con los cupos de trabajo, son proveedores, contratistas y concesionarios de las
empresas; entonces, qué pueden reclamar si son cómplices de las empresas.
En conclusión, han
canjeado la destrucción de nuestros recursos naturales a cambio del beneficio
personal pasajero, de ganar dinero fácil y rápido.
LOS CULPABLES
En el problema de
contaminación minera en Huallanca hay 03 culpables: la Empresa, el Estado y el
Pueblo.
Las empresas mineras
son responsables directos de la contaminación de los recursos naturales
(nevados, lagunas, ríos y pastizales), con el movimiento de tierras, voladura
de rocas, perforaciones, arrojo de desmonte, basura y deshechos químicos; no
respetan ni cumplen con las normas y disposiciones establecidas para el caso.
El Pueblo, a través de
sus autoridades (municipalidad distrital de Huallanca, provincial de Bolognesi
y gobierno regional de Ancash) y dirigentes de comunidades y asociaciones de
propietarios y Frente de Defensa, todos son responsables por no defender en su
momento los recursos naturales, su propia vida, la flora y la fauna de la zona.
Saben que la minería contamina el medio ambiente pero no se atreven a denunciar
por temor o conveniencia personal o de grupo.
El Estado, través de
los diferentes Ministerios afines, lejos de supervisar, fiscalizar y hacer
cumplir las disposiciones pertinentes, con su ausencia e inoperancia, es cómplice
de las actividades destructivas de las empresas mineras en contra de los
recursos naturales
En todas estas
instituciones estatales (municipalidades, gobiernos regionales y los
ministerios del ramo), existen gerencias y subgerencias encargadas de conservar
y defender los recursos naturales; solo hay proyectos de buenas intenciones, de
reuniones y discursos de “saludo a la bandera”; en la práctica, poco o nada
hacen, simplemente aumenta la burocracia en cada dependencia, de más personal y
presupuesto, sin resultados positivos.
INDIFERENCIA ENTRE LAS
PARTES
A nivel de Huallanca,
hay una serie de reuniones entre la Municipalidad y la Minera Santa Luisa sobre temas de responsabilidad
social; pero no tratan sobre los peligros de contaminación ambiental del Proyecto
Atalaya, ubicado en la cabecera de cuenca del río Ishpaj, donde están
comprometidos varias lagunas: Susucocha,
Pilacocha, Rutunacocha, Suerococha, Tacracocha, más manantiales y riachuelos.
Además, la referida empresa tiene pendiente la contaminación del río Torres,
laguna Contaycocha y relavera de Chuspi, en 57 años de explotación en las minas
de Huanzalá.
En la misma zona están
ubicados los Proyectos Mineros de “Hilarión” (Chiuruco) y “Azulmina”, ambas de
la Empresa “Nexa”, en su etapa de exploración y estudios de factibilidad, muy
cerca está el nevado Chaupijanca, lagunas de Azulcocha, Taucán y Gochahuayín y
el río Chiuruco; en Azulmina el nevado El Burro, laguna Aguashcocha y río
Azulmina, donde hay trabajos de movimientos de tierras, voladuras de rocas y
arrojo de desmontes, basura y desechos químicos, a vista y paciencia de los
comuneros. No hay ningún diálogo con la empresa responsable y la municipalidad
para tratar los problemas ambientales.
Toda esta realidad
significa el desinterés de ambas partes (empresas mineras y municipalidad) por
tratar temas sobre la conservación de los recursos naturales. La municipalidad,
como representante del pueblo, debería ser el mayor interesado de propiciar el
diálogo para las que empresas cumplan su responsabilidad ambiental de acuerdo a
las normas establecidas para el caso.
SALVEMOS LA CORDILLERA
HUALLANCA
Es el momento de
reaccionar en forma organizada en defensa de nuestros recursos naturales, de
salvar la Cordillera Huallanca, la defensa del hombre andino y su entorno. Los
promotores de esta lucha será la municipalidad de Huallanca, Frente de Defensa,
las comunidades y asociaciones campesinas, con el respaldo de la población
organizada.
Esta gran tarea tiene
que ser inmediata, mañana puede ser tarde, que no se repita la triste historia
de la laguna muerta de Contaycocha por culpa de la minera Santa Luisa y el
descuido de las autoridades y el pueblo de Huallanca. No queremos más lagunas y
ríos contaminados.
¡Salvemos la Cordillera
Huallanca!
¡El agua es vida!
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Omarlle2020@gmail,com