Los amigos de mi padre, mis amigos
El gran actor y
cantautor de canciones de protesta, trova y rock italo- argentino, Piero
Francisco Franco de Benedictis o simplemente Piero, cantaba dentro de muchas
otras canciones “Viejo, mi querido viejo”, “es un buen tipo mi viejo que anda
solo y esperando, tiene la tristeza larga de tanto venir andando”; así dice la
primera estrofa, y con esta canción quiero felicitar a mi padre: Húbner Antonio
Marcos Ampudia y agradecer las cosas que ha hecho por formarnos como hombres de
bien a todos sus hijos.
Mi padre es un hombre
normal y corriente, no es famoso, es una persona común y muy trabajador; pero
hay algo que lo hace especial y diferente, siempre cumple sus promesas, muchas
veces nos dijo: “digan siempre la verdad, tal vez no tengan muchos amigos, pero
nunca tendrán enemigos, porque la gente siempre sabrá que eres auténtico,
saluden, sean agradecidos, respeten, todos tenemos nuestras opiniones: “fíjate
ve, si eres respetuoso, trabajador, puntual y responsable; todo saldrá bien”
Rebobinando el disco
duro de mi memoria mirando el camino ya recorrido, reconozco su trabajo, su
influencia en mi vida, su forma de amar a mi madre, de unir a la familia, de
compartir triunfos y fracasos, logros y derrotas; el bienestar que nos trajo,
lo unido que somos como familia. Gracias por tu paciencia, palabras de apoyo,
con todo mi corazón y como decía el gran Piero en su canción: “yo soy tu
sangre, mi viejo, soy tu silencio y tu tiempo”. ¡Feliz día, viejito lindo!
En este día del padre
tengo que saludar también a los amigos de mi padre, a mis amigos, a la
generación de oro, a los que se fueron y no debían irse, a los que apuraron el viaje y se fueron
sin abrazos ni despedidas, a los que amaban la verdad, a los que respetaban una
amistad sincera y duradera, a los amigos de mi padre que fueron mis amigos, esa
generación de huallanquinos de corazón, que bailaban “los negritos” con
devoción y alegría, los que cantaban y componían canciones hermosas, a la vida,
al amor, al ser amado, a la naturaleza; con profundo sentimiento, sin agredir
ni ofender a nadie, esa generación que nos enseñó a querer a nuestra tierra,
respetarla y sentirnos orgullosos de formar parte de ella.
Siempre recuerdo con
nostalgia esas charlas con los amigos de mi padre, con los tíos y recuerdo algunas frases como: “el valor de la palabra
empeñada”, “eres un hombre de palabra” cuando cumplías con tu compromiso o “me
quito el sombrero” cuando tenían que felicitar; siempre escuché decir si
faltabas a tu palabra, si no cumplías tu compromiso: “no estas engañando a quiénes
confiaron en ti, sino que te engañas ti
mismo, a tu familia, a tu sangre y honor familiar; quiénes los acuerdos y compromisos lo sellaban con un apretón de manos”.
“Si muero lejos de ti
que digan que estoy dormido y me traigan para descansar bajo la sombra de un
arbolito que, si no es de eucalipto, no importa que sea ciprés, pero no me
dejen lejos de mi Huallanca querido”; escribió alguien. Se están yendo los
mejores hombres, la mejor generación que tuvo nuestro pueblo; los que
trabajaron y levantaron este pueblo sin esperar recompensas, a punta de
esfuerzo, se están yendo solos y asustados, suplicando un poco de oxígeno.
A todos los padres que
han partido sin un adiós los que menos merecían partir; a los que se fueron sin
una bendición ellos que siempre nos bendijeron, a los que se fueron sin un
entierro, sin ceremonias, sin despedidas porque el momento, los protocolos así
lo mandan, a mis amigos que ya no podremos abrazar, ¡Por qué Dios mío!
A las esposas, hijos y
demás familiares que se quedaron sin comprender el porqué de tan repentinas
partidas, mi saludo; mañana habrá fiesta en los cielos de eso pueden estar
seguros.
Los hombres, en el
sentido más amplio de la palabra hacen la historia de los pueblos; entre ellos
hay siempre personajes que quedan por sus características, modos de actuación o
sencillamente porque en el bregar diario se han ganado un espacio en el corazón
de la gente.
Un abrazo al cielo a todos los padres que nos
dejaron en esta pandemia, y a los que partieron antes. Siempre orgulloso de
haberlos conocido. A los padres que nos acompañan siempre para darnos seguridad
para perseguir nuestros sueños. Gracias.
Cuando todo pase nos
volveremos a juntar.
¡FELIZ DIA, PADRES DEL
MUNDO!