sábado, 19 de junio de 2021

Yo opino:

Los amigos de mi padre, mis amigos

 Rolando Húbner Marcos Picón

El gran actor y cantautor de canciones de protesta, trova y rock italo- argentino, Piero Francisco Franco de Benedictis o simplemente Piero, cantaba dentro de muchas otras canciones “Viejo, mi querido viejo”, “es un buen tipo mi viejo que anda solo y esperando, tiene la tristeza larga de tanto venir andando”; así dice la primera estrofa, y con esta canción quiero felicitar a mi padre: Húbner Antonio Marcos Ampudia y agradecer las cosas que ha hecho por formarnos como hombres de bien a todos sus hijos.

Mi padre es un hombre normal y corriente, no es famoso, es una persona común y muy trabajador; pero hay algo que lo hace especial y diferente, siempre cumple sus promesas, muchas veces nos dijo: “digan siempre la verdad, tal vez no tengan muchos amigos, pero nunca tendrán enemigos, porque la gente siempre sabrá que eres auténtico, saluden, sean agradecidos, respeten, todos tenemos nuestras opiniones: “fíjate ve, si eres respetuoso, trabajador, puntual y responsable; todo saldrá bien”

Rebobinando el disco duro de mi memoria mirando el camino ya recorrido, reconozco su trabajo, su influencia en mi vida, su forma de amar a mi madre, de unir a la familia, de compartir triunfos y fracasos, logros y derrotas; el bienestar que nos trajo, lo unido que somos como familia. Gracias por tu paciencia, palabras de apoyo, con todo mi corazón y como decía el gran Piero en su canción: “yo soy tu sangre, mi viejo, soy tu silencio y tu tiempo”. ¡Feliz día, viejito lindo!

En este día del padre tengo que saludar también a los amigos de mi padre, a mis amigos, a la generación de oro, a los que se fueron y no debían  irse, a los que apuraron el viaje y se fueron sin abrazos ni despedidas, a los que amaban la verdad, a los que respetaban una amistad sincera y duradera, a los amigos de mi padre que fueron mis amigos, esa generación de huallanquinos de corazón, que bailaban “los negritos” con devoción y alegría, los que cantaban y componían canciones hermosas, a la vida, al amor, al ser amado, a la naturaleza; con profundo sentimiento, sin agredir ni ofender a nadie, esa generación que nos enseñó a querer a nuestra tierra, respetarla y sentirnos orgullosos de formar parte de ella.

Siempre recuerdo con nostalgia esas charlas con los amigos de mi padre, con los tíos y recuerdo  algunas frases como: “el valor de la palabra empeñada”, “eres un hombre de palabra” cuando cumplías con tu compromiso o “me quito el sombrero” cuando tenían que felicitar; siempre escuché decir si faltabas a tu palabra, si no cumplías tu compromiso: “no estas engañando a quiénes confiaron en ti, sino que te  engañas ti mismo, a tu familia, a tu sangre y honor familiar; quiénes  los acuerdos y compromisos lo  sellaban con un apretón de manos”.

“Si muero lejos de ti que digan que estoy dormido y me traigan para descansar bajo la sombra de un arbolito que, si no es de eucalipto, no importa que sea ciprés, pero no me dejen lejos de mi Huallanca querido”; escribió alguien. Se están yendo los mejores hombres, la mejor generación que tuvo nuestro pueblo; los que trabajaron y levantaron este pueblo sin esperar recompensas, a punta de esfuerzo, se están yendo solos y asustados, suplicando un poco de oxígeno.

A todos los padres que han partido sin un adiós los que menos merecían partir; a los que se fueron sin una bendición ellos que siempre nos bendijeron, a los que se fueron sin un entierro, sin ceremonias, sin despedidas porque el momento, los protocolos así lo mandan, a mis amigos que ya no podremos abrazar, ¡Por qué Dios mío! 

A las esposas, hijos y demás familiares que se quedaron sin comprender el porqué de tan repentinas partidas, mi saludo; mañana habrá fiesta en los cielos de eso pueden estar seguros.

Los hombres, en el sentido más amplio de la palabra hacen la historia de los pueblos; entre ellos hay siempre personajes que quedan por sus características, modos de actuación o sencillamente porque en el bregar diario se han ganado un espacio en el corazón de la gente.

 Un abrazo al cielo a todos los padres que nos dejaron en esta pandemia, y a los que partieron antes. Siempre orgulloso de haberlos conocido. A los padres que nos acompañan siempre para darnos seguridad para perseguir nuestros sueños. Gracias.

Cuando todo pase nos volveremos a juntar.

¡FELIZ DIA, PADRES DEL MUNDO!