¡HUALLANCA MINERO¡
Rolando Húbner Marcos PIcón
“Los japoneses en Huanzalá, que
alegres cavan profundidades, porque ellos saben que encontrarán grandes
riquezas en sus entrañas / San Francisco, mina Mercedes, tienes recuerdos
inolvidables, por eso vienen los extranjeros en busca de oro de su fortuna…”.
Son letras de un huayno del gran Víctor Fano Rebolledo, hoy convertido casi en
un himno para los huallanquinos.
Antigua Mina Mercedes |
Huallanca es minero, desde la época pre-incaica hemos sido mineros,
pero muchos de estos datos o la historia minera de Huallanca pocos lo conocen,
o se han perdido como se pierden los recuerdos con el paso de los años. Hace
poco fue publicado un ensayo del intercambio comercial que había entre Llata y
Huallanca: 1775-1830, por una revista de investigaciones de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos. Autor, César Espinoza Claudio.
El desarrollo minero en Huallanca se da por las facilidades que había
en su momento para disponer de ciertos materiales como el azogue de las minas
de Chonta en Queropalca, la coca y la madera de Monzón, la sal que se traía
desde Huacho-Chancay, y la abundante mano de obra indígena; permitieron la
formación y crecimiento de este asentamiento minero vecino a Pasco.
A finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX en el asiento de
Huallanca sobresale un grupo de hacendados-mineros dentro de ellos destacan: Coronel
Juan Echevarría. Coronel Pedro Josep de Loyola; Francisco de Lavado; Martin de
Bengochea, Pedro Fuentes y Berrio,Tomas Avellaneda, Anselmo Robles, Juan de
Gaona, Vicente Pedroso; Diego de Vega; Antonio Cuellar; José Terri.
Mina San Francisco |
Mineros asentados en la ribera de Queropalca, Ramón Hernández, Ignacio
José de Loyola, Manuel del Real, Francisco Robles. Este informe es del 20 de
marzo de 1800 y lo firma don José Terri y don Diego de Vega.
Otro dato importante a considerarse de este ensayo de investigación es
que los diversos grupos de propietarios mineros asentados en Huallanca
mantenían un problema latente desde antes de la llegada de la República, se
trata de la delimitación de sus fronteras territoriales y de la posesión de sus
propiedades mineras.
Los conflictos legales con los propietarios de la hacienda de Huánuco
Viejo eran continuos, los gremios mineros mantenían su unidad frente a los
continuos actos de fuerza desplegados por los mayordomos y dependientes del
gran propietario rural, dueño de estas grandes tierras era la familia de la
Puente.
Una mirada a la relación mina-pueblo en el caso de Huallanca, es excepcional, porque somos mineros de larga data, debido a la existencia de acuerdos donde las organizaciones sociales como la mina acepta su vigencia y sostienen su necesidad, pero sobre todo tenemos que mirar la polarización que hay para que se dé una estricta fiscalización y el cumplimiento de todos los acuerdos que se firman; como pueblo tenemos que exigir que los acuerdos, actas y convenios no sean un saludo a la bandera, y los discursos de nuestros líderes sirvan para firmar compromisos sostenibles y no un trampolín de cálculos políticos pensados en las próximas elecciones.