¿Minería responsable?
Rolando Húbner Marcos Picón
La historia de
Huallanca, es la historia de los pueblos mineros del Perú, desde nuestros
inicios; será por eso que muchos opinan que nuestra relación con la minería es
de amor-odio.
Para continuar con los
proyectos mineros en la Cordillera Huallanca necesitamos cambios, autocrítica,
voluntad para el diálogo, una comunicación franca y sincera, armonizar nuestro
desarrollo, hacerla sostenible, y sobre todo requiere que todos estemos de
acuerdo.
Cuidar, preservar y
proteger el Medio Ambiente es nuestra responsabilidad y también de todos quienes llegan a nuestras tierras, como visitantes o
empresarios mineros.
La empresa minera llegó
a nuestro pueblo con un discurso de minería moderna, limpia, y de garantía al
desarrollo sostenible. Sin embargo, no están cumpliendo ninguna de sus promesas
y compromisos; entonces no responden para nada a la lógica de minería moderna y
responsable. Si así empezamos.
La alerta está dada y
necesitamos una política de cuidado del medio ambiente, de planificación y
consumo del agua. A ese ritmo vamos a llegar un momento donde no habrá agua
para nadie, tenemos que aprender a manejar nuestros recursos para mitigar las
sequias y la escasez de agua, que incluye la generación, gestión y manejo de
reservorios y represas para acumular aguas de lluvia.
Parece que algunos
piensan todavía que, Responsabilidad Social apunta sólo a trabajos de
construcción de plazas, locales comunales, o acciones como donaciones para
aniversarios, eventos sociales, actividades deportivas, fiestas patronales o
chocolatadas en navidad, de regalos superfluos; hemos tenido muchos en
Huallanca. Hoy necesitamos de empresas que venga a hacer minería bien hecha,
que aporte al desarrollo de nuestro pueblo, que proteja el medio ambiente y nos
garantice el consumo de agua para todos quiénes nos encontramos aguas abajo del
proyecto minero, el consumo de agua para nosotros y para las generaciones que
vendrán, garantizar el uso del agua para el desarrollo agropecuario y para todos.
¿Una minería social y
ambientalmente “responsable”? ¿existe?,
el desarrollo de proyectos mineros debe partir por ser verdaderamente
responsable, y debe comenzar por respetar ciertos principios que son
fundamentales, como el derecho de las comunidades, gobiernos locales y
población en general donde se va desarrollar el proyecto a decidir sobre si se
aprueba o no el estudio de impacto ambiental, de cualquier actividad que ponga
en riesgo nuestro bienestar presente y futuro. Sin el respeto a éste derecho
simplemente no hay minería responsable, por más moderna, grande, mediana o
pequeña, que sea la empresa que lo ejecute. La consulta tal como lo están
manejando excluyendo a más de media población que se encuentra aguas abajo del
río y que van a ser afectados directamente no tiene legitimidad.
Una minería responsable
será cuando tenga estrategias para ser sostenible, aprovechando el uso de la
tecnología, tener planes de contingencia, reducir la contaminación, el respeto
a las costumbres y creencia de las comunidades, comunicación fluida y sincera
con todos los involucrados en el proyecto. Ustedes, los empresarios, son los
visitantes y su responsabilidad es entender a las comunidades trabajar en pro
del medio ambiente, respetando nuestras tradiciones, costumbres y creencias, siempre
representará una ventaja competitiva.
Entonces una minería
realmente responsable es cuando, considera dentro de su proyecto áreas
intangibles para la minería, sobre todo en lugares sensibles, como cordilleras,
cuencas hidrográficas, almacenas de agua, lagunas, ríos, humedales, lugares que
son potenciales turísticos, agropecuarios o riquezas arqueológicas, o lugares
que albergan a especies en peligro de extinción.
Tenemos que eliminar de
nuestro debate los oportunismos políticos, los intereses personalistas, los
fundamentalismos intolerantes, el desequilibrio en la información, el
autoritarismo, los populismos extremos, tenemos que eliminar el doble discurso
concertadores en la mesa e incendiarios fuera de ella; son acciones que como
pueblo esperamos.
Cuando la minería
muestre ser políticamente responsable, sostenible a mediano y largo plazo,
entonces habrá argumentos para defenderlo con palabras y hechos que una minería
responsable si es posible y la queremos como socio estratégico para nuestro
desarrollo y podemos trabajar juntos porque genera recursos lícitos, crea
empleo, contrata proveedores, trabaja para el bienestar y desarrollo de las
comunidades, combate la pobreza, es progreso, respeta el medio ambiente y paga
sus tributos. Una minería que comparta responsabilidades y tenga retos
compartidos, es cuando se habla de alianzas estratégicas entre empresa y
comunidades; sino estaremos hablando sólo de oportunista que llegaron
destruyeron todo y se fueron.