lunes, 18 de febrero de 2019

Yo opino:

 Nos estamos quedando solos
Rolando Húbner Marcos Picón
Cantábamos antes “somos la nueva juventud del ande, de la tierra huallanquina, grande y hermosa para nuestro orgullo”;  hoy queremos cambiar las letras y decir “soy”. Nuestra sociedad está siendo forjada bajo la ideología liberal, caracterizado por el individualismo; sin comprender los innumerables lazos que nos unen como pueblo, como paisanos, como hermanos, como hijos de ésta misma tierra. Desterrando “el unidos nada es imposible”.

No conocer ni al vecino, es un signo de cómo nos estamos cerrando en lo individual, olvidándonos de lo colectivo, del nosotros, del somos, del bien común, para decir “yo”, nos estamos quedando solos, como lobos que esperan las noches de luna para cantar su nostalgias penas y melancolía.

Llegó la hora de pensar en lo colectivo, para ponernos de acuerdo el pueblo que deseamos construir, los jóvenes que vamos a heredar a nuestra sociedad, los problemas del calentamiento global, la contaminación ambiental, si no trabajamos juntos no va ser posible, el ser individualistas nos aleja de los demás, esa mentira individualista que nos está vendiendo este modelo económico del liberalismo, alimenta el egoísmo, fractura, nuestra ancestral cultura, nuestras costumbres y tradiciones, nuestra formación de pueblo comunitario, de gente que esté dispuesto a compartir lo que tiene.

Tenemos que volver a poner en  un pedestal, valores como la gratitud, la virtud, el honor, la verdad, la honestidad, la generosidad, y desterrar la corrupción, la viveza, el individualismo. Volvamos a mirarnos como antes, cantemos juntos en esto nuestros carnavales, afinemos nuestras guitarras y otra vez en la esquinita linda, busquemos en el disco duro de nuestra memoria esas canciones que en algún momento se hicieron himno en nuestra no muy lejana juventud; juntémonos en nuestras misas dominicales, compartamos nuestras tardes de toros, vamos a salir a  bailar nuestro tradicional baile de los negritos, vamos enseñar a nuestros hijos el baile de las pastorcitas y que canten canciones dedicadas al niño Jesusito, vamos a sentarnos a compartir nuestros platos típicos con nuestros vecinos, vamos a reunirnos para trabajar la chacra juntos, vamos hacer una fiesta en los rodeos cuando curamos a nuestros toros bravos, y que vuelva el ¡estos es Huallanca carajo…!, vamos a volvernos orgullosos de nuestra tierra, de nuestra gente, de nuestras creencias mitos y costumbres, que vuelva otra vez el tuma tuma.

No perdamos de vista que somos un gran pueblo por nuestra raza, por nuestro pasado, por nuestras creencias y costumbres desde nuestros orígenes. Todavía podemos rescatar lo que hemos perdido, que es mucho, y este trabajo de rescate será árduo y muy largo, y sólo se podrá hacer esta inmensa tarea cuando cada huallanquino entienda las obligaciones y deberes que implica pertenecer a esta tierra, cuando volvamos a cantar “somos la nueva juventud” o nuestro himno al centenario de nuestra tierra que va quedando en el olvido “al conjuro del trabajo de tus hijos” vamos a juntarnos más que separarnos.

Tenemos que recuperar el Huallanca solidario, comunitario, el hoy por ti mañana por mí, la bondad y el compartir  con nuestros vecinos, más que vecinos nuestra familia, dejemos las caóticas costumbres extranjeras que nos han vuelto egoístas, solitarios y mezquinos, desterremos el acaparamiento egoísta, de querer tenerlo  todo, aunque a los otros le falte, vamos a pensar en los demás, no dejemos que el sistema nos envuelva en este manto oscuro del consumismo, como fórmula de éxito, vamos a trabajar por lo nuestro, sí se puede.