miércoles, 16 de enero de 2019

Yo opino:

Vendedores ambulantes
Rolando Húbner Marcos Picón

El comercio ambulatorio, que viene invadiendo las calles de Huallanca todos los sábados, comenzó como una feria de pequeños productores agropecuarios a iniciativa de los representantes de relaciones comunitarias de una empresa minera, el cual aplaudimos; hoy a los pequeños productores no se les ve en las calles, a muchos de ellos no se les deja vender sus productos, son acosados por los vendedores del mercado. Hoy las calles  han sido tomadas por negociantes y revendedores, olvidando los principales derechos colectivos de la población como: el derecho al libre tránsito, el derecho a la propiedad  y la seguridad de los transeúntes y residentes de las zonas aledañas, el derecho y respeto que se merecen los niños y padres de la institución educativa inicial 026 que también se ve invadidos por vendedores ambulantes.

Lo importante es que hay que tratar el problema de fondo y darle una solución definitiva, caminar por el jirón Ayacucho los días sábados y ni qué decir en el mes de julio;  genera una sensación, de entrar a un sitio donde la autoridad no llega, comida, ropa, juguetes, curanderos, alto parlantes, que perturban la tranquilidad de los vecinos, entre otros productos son ofrecidos por ambulantes que han invadido la vía publica. Esperamos que nuestras nuevas autoridades tengan la capacidad y la buena voluntad de reubicar a estos señores que mucho de ellos se creen dueños y señores de las calles porque hasta lo han lotizado.  Para devolverle el valor a Huallanca de pueblo limpio se necesita que vuelva el principio de autoridad, que se respeten las zonas rígidas e intangibles como lo dijo uno de los regidores el día de la juramentación.

La anterior gestión municipal  lamentablemente ha gobernado con una actitud muy tolerante a la actividad ambulatoria, temiendo perder  votos en las próximas elecciones y no pensando en la futuras  generaciones, y el comercio ambulatorio se fue incrementando;ahora se toman ya tres cuadras del Jr. Ayacucho, impidiendo el tránsito vehicular y peatonal, y este problema parece que se nos está escapando de las manos.

Algunas soluciones pueden ser:
-No simplemente sacarles de nuestras calles, sino, ofrecerles una alternativa a la que acceder, como por ejemplo trasladarlos a la explanada de cañaveral, donde la variedad de lo ofertado, la limpieza, y la creatividad de ellos mismos, haga que los clientes deseen visitarlo.

-Dotarles de los servicios básicos, agua, luz, servicios higiénicos, Se habrán preguntado nuestras anteriores autoridades y las actuales por su puesto dónde realizan sus necesidades estos comerciantes, cuando se quedan diez a veinte días como en julio? ¿Habrán visto como queda las calles cuando ellos se retiran?, ¿Dónde y cómo sacan su basuras los vecinos cuando sus veredas, puertas, y fachadas están ocupados por  vendedores ambulantes? ¿Qué hacen los que tienen sus cocheras, talleres, o tiendas cuando son invadidos por los comerciantes? ¿Se han preguntado por la incomodidad que los padres de familia de la Institución Educativa  026 o jardín de niños?

-El comercio en el centro de la ciudad también merece ser observado, la creación de carritos, que sean atractivos y novedosos, bien pintadito, con logotipos ingeniosos, con toldo creativos y sobre todo higiénicos, sería una gran alternativa, para que puedan circular y convertirse en un atractivo.

-Todas estas ideas deben estar reglamentadas, es decir los permisos deberían implicar que quienes ocupan estos puestos, asumen la responsabilidad  de la limpieza de su entorno, todo esto va a servir para ayudar en la conservación y la buena imagen de nuestra localidad y no permitir el comercio ambulatorio desordenado.
Preocupa esta situación, esperamos que la actual administración sea transparente y se vea realmente un trabajo serio en el reordenamiento de nuestro marco urbano.