Muñeca para gobernar
Rolando Húbner Marcos Picón
Lo malo y lo feo, es que en Huallanca (Bolognesi) se ha creado un estilo de gobernar: sembrando arena y cemento, hacer obras lo hemos entendido como gastar más, en infraestructura, en sembrar cemento; aunque muchas de estas obras nunca funcionen, con una visión a corto plazo, sin darnos mucha cuenta lo hemos ido aceptando como algo inevitable, como si ya formara parte de nuestra idiosincrasia, construir es el objetivo.
Nuestras autoridades, por su parte, se han caracterizado por hablar poco, no ser inclusivos, no propiciar transparencia, jugar con el suspenso; hacer obras y no dar explicaciones de cuánto se ha gastado, cómo se priorizan las obras, sin rendición de cuentas, prometer y prometer, sin dar explicaciones a nadie. Fueron las características de nuestra última administraciones municipal.
Se inicia una nueva administración, las expectativas que tienen los ciudadanos de este nuevo gobierno municipal son altas, porque la campaña electoral se ha caracterizado por un abanico de promesas y compromisos; los votantes o simpatizantes tienen la convicción que las cosas mejorarán.
Para el Alcalde, sus Regidores y grupo de gerentes las expectativas de la población debe ser uno de los principales retos a cumplir; su victoria ha sido un grito de la mayoría, buscando un cambio de rumbo, una visión de pueblo a largo plazo. Este grito de cambio ha sido principalmente propiciado por la creciente desconfianza, los presuntos actos de corrupción, el hartazgo por el silencio cómplice de quienes tenían la obligación de explicarnos, dónde, cómo y cuánto se gastaban los fondos públicos.
El descontento generalizado de la población se traducirá ahora en la esperanza de que el nuevo gobierno cumpla con sus promesas, y la expectativa es de un mayor bienestar. No lo defrauden ahí está su gran oportunidad, hacer realidad los cambios profundos, mejorar los servicios básicos, promover el desarrollo productivo, mucho diálogo con las diferentes instituciones públicas, barriales, comunidades, asociaciones de base, socios estratégicos, empresas privadas, mineras; sólo así se iniciará el camino para un pueblo más próspero y justo, el sueño de todos los huallanquinos. Llegan ustedes al sillón municipal en un periodo donde la actividad minera pasa por su mejor momento, plata proveniente del canon va haber.
El diálogo con las empresas mineras debe ser franco y sincero, un cambio de actitud de quienes muchas veces nos han mostrado una tacañería impresionante, no se están mojando lo suficiente por el desarrollo de nuestro pueblo, su responsabilidad social empresarial es una obligación, más allá de eso esperamos sus contribuciones voluntarias fruto del diálogo y las buenas relaciones.
Las mesas de diálogo debe ser un lugar donde se discutan las necesidades, prioridades, fortalezas y falencias, buscar el compromiso de todos los participantes y seguro que en ese dialogo lograremos romper con esa tacañería y le sacaremos un sencillo del bolsillo a las empresas mineras para invertirlo en grandes temas de inclusión, para resolver desigualdades abismales, en educación, salud, reducir la brecha de pobreza, desnutrición y anemia, propiciar juntos una mejor distribución fondos provenientes de la actividad minera.
El presupuesto público del 2019 y después de los cien días de gobierno municipal, sabremos cuáles son las prioridades, cómo estamos y cómo ha encontrado la municipalidad; esto nos dará una señal clara de sus prioridades y compromiso, una gran oportunidad y un gran reto el que el pueblo les está confiando, impulsar una agenda de cambio, que defina el camino así a el desarrollo que se está reclamando.